Aniversario 60 de la creación de las Milicias Nacionales Revolucionarias

Por Margarita Piedra Cesar

Santiago de Cuba, 26 oct.— En estos días en que rememoramos la figura legendaria y heroica del Comandante Camilo Cienfuegos, recordamos que él tenía la concepción de que, por su origen, el Ejército Rebelde era el pueblo uniformado.

Y fue definitivamente, el 26 de octubre de 1959, hace 60 años, cuando ese concepto se hizo realidad al crearse las Milicias Nacionales Revolucionarias, que hicieron de nuestro país un bastión inexpugnable.

En una gran concentración efectuada frente al antiguo Palacio Presidencial, para condenar los ataques aéreos piratas sobre la capital del país Fidel lo anunciaba.

Fue este además, el último acto público donde habló el Comandante Camilo Cienfuegos, pues dos días después, el 28 de octubre, su avión desapareció fatalmente, cuando regresaba de Camagüey, tras cumplir la riesgosa misión de frustrar un intento de sedición.

Ya antes de esa fecha, de una u otra forma, el pueblo se iba integrando a la defensa de la Revolución, aunque no de forma organizada e instituida.

Es a partir del 26 de octubre de 1959, que esta fuerza del pueblo surge organizadamente para defender las conquistas económicas y sociales frente a los enemigos internos y externos y particularmente, de la agresividad de los imperialistas yanquis, que ya para entonces mostraban sus garras.

La concepción estratégica de la Revolución al crear las Milicias Nacionales Revolucionarias, se pudo apreciar claramente cuando nuestros milicianos, obreros y campesinos, hicieron morder el polvo de la derrota a los mercenarios de Playa Girón y en menos de cinco años, pusieron fuera de combate a miles de contrarrevolucionarios alzados en varias regiones del país, fundamentalmente, en el Escambray, así como también enfrentaron el peligro nuclear durante la Crisis de Octubre.

El desarrollo de nuestras Milicias a lo largo de estos años, ha permitido a la Revolución organizar su defensa basada en la concepción estratégica de la Guerra de Todo el Pueblo, lo cual garantiza a plenitud el mantenimiento de una patria soberana y socialista. De eso nadie puede tener duda. Y el pueblo cubano lo sabe muy bien.