Por Esperanza Castellanos Cabrejas
Santiago de Cuba, 18 ago.—La higiene y la salud son dos condiciones imprescindibles para el bienestar de las personas, siempre y cuando se haga acompañar por otro factor también, de vital importancia como la toma de conciencia en minimizar los riesgos que afecten nuestra calidad de vida.
Santiago de Cuba si bien ha logrado convertirse en un lugar de preferencia para muchos por la belleza de sus sitios históricos y culturales, por otro lado deja rondando la preocupación a moradores de diferentes zonas de la ciudad como el distrito José Martí y el Reparto Plantas donde no escasean los vertederos comunes y la irresponsabilidad pesa, muchas veces, en la balanza de vecinos e instituciones.
No se trata de buscar culpables para librarnos de las responsabilidades que, como ciudadanos, nos corresponden a todos, si hablamos de que la higiene ambiental no es solo tarea del vecinos sino también de las instituciones que de vez en cuando olvidan dónde y cómo verter correctamente los desechos, que pueden ser tóxicos y peligrosos.
Es el momento aunar esfuerzos y no perder la buena fe en que sí se puede y se podrá mantener un ambiente favorable en Santiago de Cuba que permita evitar la propagación de arbovirosis.
Extremar las medidas higiénicas sanitarias dentro y fuera del hogar se convierte cada vez en una urgencia impostergable para mantener una buena salud
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