Plaza de la revolución

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miércoles, 4 de abril de 2018

Evocan en Santiago de Cuba valentía de los jóvenes revolucionarios de la clandestinidad

Por Kenia Tabares Robles/Fotos José Vladimir Pérez

En Santiago de Cuba muchos jóvenes revolucionarios legaron páginas de heroísmo a las memorias de la nación. Hoy jóvenes historiadores tienen la alta responsabilidad de rememorar en el presente la valentía de una generación que empujó la libertad del país, desde la clandestinidad.

Santiago de Cuba, 4 abr.— Cada mañana con el sol, abren los portones del Museo de la Clandestinidad, para contar las historias de la heroica ciudad. Allí, desde sus balcones, la añeja Santiago se devela cómplice de epopeyas y nombres imprescindibles. Cada detalle cuenta el camino recorrido por una generación de jóvenes, conocidos como clandestinos, que empujaron la libertad de Cuba.

Desde el golpe de estado del dictador Fulgencio Batista, el 10 de marzo de 1952, la juventud santiaguera se lanzó a las calles y se congregaron en el Parque de Céspedes para pedir armas y luchar contra el tirano, destacó la museóloga Elianne César O´Farril. No era esta la primera vez que la nueva generación daba el paso al frente, pero factores objetivos como la miseria, el hambre, la insalubridad, el escaso acceso a la educación, la salud, los negocios sucios y un gobierno de facto agudizaron la crisis imperante en el país.

Comprometidos con la causa de la justicia y la razón, muchos nombres se grabaron en la historia, como Frank País García, Tony Alomá, Otto Parellada, Josué País, Pepito Tey, entre muchísimos otros que pusieron delante el amor hacia la patria.

No vieron el triunfo de la Revolución, pero marcaron el tiempo que les tocó vivir, y el tiempo por venir. Sus vidas fueron breves, pero intensas, y su sacrificio, abnegación y voluntad se recuerdan.

“Corrieron riesgos, eran perseguidos por la tiranía, hacían manifestaciones, imprimieron volantes, boletines, crearon núcleos, compraban armamentos, alimentos y medicamentos, confeccionaron brazaletes del 26 de julio, uniformes, y los enviaban a los rebeldes en la Sierra Maestra. Participaron  en las acciones del 30 de noviembre del 1956, en apoyo al desembarco de los expedicionarios del yate Granma, en fin, estaban bien organizados y convencidos de que su lucha era por una justa causa”, comentó Enio Eliecer Pérez Sanit, museólogo de la citada institución.

No dejaron de ser jóvenes; sin embargo, su fervor revolucionario los hacen merecedores del recuerdo y el homenaje eterno, y desde el museo tenemos la alta responsabilidad de rememorar en el presente el compromiso hacia aquella generación. “Que no se pierda la historia de la nación, dar a conocer quiénes fueron estos jóvenes, cómo eran e inculcarles a los pinos nuevos el compromiso hacia nuestra tierra, manifestó César O´Farril.

Este 4 de abril, fecha en Cuba celebra los aniversarios de 56 de la creación de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y 57 de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM), es un momento importante para homenajearlos.

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