Plaza de la revolución

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lunes, 16 de abril de 2018

Cuba y el carácter socialista de la Revolución

Por Armando Fernández Martí

Santiago de Cuba, 16 abr.— Soleada pero fresca fue la tarde del 16 de abril de 1961. Por la amplia y populosa Calle 23 de La Habana, marchaban los siete carros fúnebres conduciendo los féretros de los caídos en los bombardeos a los aeropuertos de San Antonio de los Baños y Ciudad Libertad, en la capital cubana.

Una multitud de uniformes verdes y azules de las Milicias Nacionales y del Ejército Rebelde acompañaban el cortejo y agolpados en las aceras los hombres y mujeres del pueblo, que en el más absoluto silencio ofrecían sus respetos a las víctimas y tiraban flores al paso de la caravana.

Dos horas después, la multitud se reunía en la explanada de 23 y 12 frente a la necrópolis habanera, para escuchar a Fidel. Su voz, aunque triste, no dejó de tener la energía de siempre para decir lo que tenía que decir del imperio del norte y de sus títeres mercenarios, causantes de este nuevo dolor para la patria cubana.

Respetuosamente, como lo merecía la ocasión, el pueblo siguió palabra a palabra el discurso de su líder y ya desde entonces supo, que el enemigo daría un zarpazo mayor. Pero no hubo miedo y los fusiles en alto reclamaban al unísono el momento de la lucha que se avecinaba y el honor de dar su sangre, por la mucha que ya se había derramado en más de cien años.

Testigo de aquel instante, no me alcanzarían las palabras para explicar el momento aquel del discurso de Fidel cuando dijo: “Esta es una Revolución de los humildes, con los humildes y para los humildes”. Ya desde entonces se supo lo que vendría detrás: “Esta es una Revolución Socialista”. Y no fue necesario decir más.

Convocado al combate, el pueblo revolucionario de Cuba marchó a ocupar el sitio que la patria le ofrecía para defenderla. Unas horas después en la madrugada del 17 de abril lo puso de manifiesto cuando en las arenas de Girón el grito de ¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!, quebró el amanecer e hizo estremecer de horror a los mercenarios invasores que, engañados por el imperio, suponían el desembarco un paseo. A partir de entonces, el Socialismo en Cuba libraría su primer combate por y para los humildes de aquí y de todo el mundo.

Y para reafirmar la historicidad de esa fecha, ese 16 de abril de 1961 nacía el Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba, fruto de la unión de los integrantes del Movimiento 26 de Julio, el Directorio Revolucionario y el Partido Socialista Popular, un Partido único que devenido después en el Partido Comunista de Cuba dirigiría los destinos de la patria socialista proclamado en esa misma jornada y ratificado con la sangre de los que cayeron en Playa Girón.

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