Por José Raúl Castilo Argüelles
Santiago de Cuba, 21 ene.— El incómodo pitcheo lateral del derecho Lázaro Blanco, máximo ganador en la presente temporada del béisbol cubano (16-3) será el principal obstáculo que tendrán que sortear este sábado a partir de las cuatro de la tarde en el estadio Mártires de Barbados de Bayamo los Tigres de Ciego de Ávila para evitar la tercera derrota consecutiva en el play-off final de la 56 Serie Nacional de béisbol, desenlace que de producirse dejaría en fase agónica a los actuales campeones nacionales.
Blanco, después de un desempeño formidable en las dos etapas precedentes del campeonato, le aportó dos triunfos a los Alazanes en el segmento semifinal ante los Cocodrilos de Matanzas, incluyendo la victoria que decretó el avance de los Alazanes a la gran final.
Será hoy cuando el diestro de Yara pueda estrenarse en el tramo que pone en juego el título nacional, oportunidad en la que podría colocar a su equipo a las puertas de un resultado inédito, pues con la serie inclinada 3-0 a favor de Granma y cuatro juegos por disputar sería sólo cuestión de tiempo para que la tropa de Carlos Martí tomara posesión del trono.
En la trinchera opuesta estará Dachel Duquesne con una perentoria encomienda: tratar de aliviar el actual desequilibrio de la porfía y darle aliento a los campeones nacionales luego de los dos traumáticos tropiezos iniciales que pusieron en rápida quiebra su condición de favoritos.
Duquesne logró un magnífico saldo de 10 ganados y 6 perdidos a lo largo de la fase regular de la contienda al tiempo que trabajó para efectividad de 3.26 carreras limpias por cada nueve entradas de actuación, números que certifican su eficiencia en el box y lo califican para la tarea que tiene por delante.
La experiencia de los Tigres en fases decisivas de campeonatos y la solidez de su nómina aun hacen creíble una reacción que pueda mejorar sus opciones en defensa de la corona pero no la tendrán fácil frente al apetito ganador de los Alazanes que han venido destrozando contundentemente los pronósticos desde que arrancó la postemporada y se saben a sólo dos pasos del reinado.
Santiago de Cuba, 21 ene.— El incómodo pitcheo lateral del derecho Lázaro Blanco, máximo ganador en la presente temporada del béisbol cubano (16-3) será el principal obstáculo que tendrán que sortear este sábado a partir de las cuatro de la tarde en el estadio Mártires de Barbados de Bayamo los Tigres de Ciego de Ávila para evitar la tercera derrota consecutiva en el play-off final de la 56 Serie Nacional de béisbol, desenlace que de producirse dejaría en fase agónica a los actuales campeones nacionales.
Blanco, después de un desempeño formidable en las dos etapas precedentes del campeonato, le aportó dos triunfos a los Alazanes en el segmento semifinal ante los Cocodrilos de Matanzas, incluyendo la victoria que decretó el avance de los Alazanes a la gran final.
Será hoy cuando el diestro de Yara pueda estrenarse en el tramo que pone en juego el título nacional, oportunidad en la que podría colocar a su equipo a las puertas de un resultado inédito, pues con la serie inclinada 3-0 a favor de Granma y cuatro juegos por disputar sería sólo cuestión de tiempo para que la tropa de Carlos Martí tomara posesión del trono.
En la trinchera opuesta estará Dachel Duquesne con una perentoria encomienda: tratar de aliviar el actual desequilibrio de la porfía y darle aliento a los campeones nacionales luego de los dos traumáticos tropiezos iniciales que pusieron en rápida quiebra su condición de favoritos.
Duquesne logró un magnífico saldo de 10 ganados y 6 perdidos a lo largo de la fase regular de la contienda al tiempo que trabajó para efectividad de 3.26 carreras limpias por cada nueve entradas de actuación, números que certifican su eficiencia en el box y lo califican para la tarea que tiene por delante.
La experiencia de los Tigres en fases decisivas de campeonatos y la solidez de su nómina aun hacen creíble una reacción que pueda mejorar sus opciones en defensa de la corona pero no la tendrán fácil frente al apetito ganador de los Alazanes que han venido destrozando contundentemente los pronósticos desde que arrancó la postemporada y se saben a sólo dos pasos del reinado.
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