Santiago de Cuba, 22 dic.— La más gigantesca y hermosa obra de la Revolución Cubana, la Campaña Nacional de Alfabetización concebida por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, tuvo su culminación un día como hoy, 22 de diciembre, pero del año 1961, cuando Cuba fue proclamada Territorio Libre de Analfabetismo, primer país de América Latina en lograr esa hazaña y uno de los pocos del hemisferio occidental en conseguirla.
Fue aquella sin duda, una epopeya
inimaginable, que se llevó a cabo en medio del bloqueo, de las
agresiones imperialistas como la de Playa Girón, de los crímenes de las
bandas de alzado al servicio de la CIA yanqui de los asesinatos de
maestros y jóvenes brigadistas, de la destrucción y el incendio de
decenas de escuelas y de otras acciones terroristas encaminadas a
impedir tal proeza cultural.
En 1959 al triunfar la Revolución Cuba era uno de los países más atrasados educacionalmente de la América y el Caribe. Con una población de apenas 6 MILLONES de habitantes, más de la mitad de ellos tenían menos del tercer grado escolar, entre los cuales figuraban UN MILLÓN 32 MIL 849 analfabetos totales y casi UN MILLÓN de semianalfabetos que no alcanzaban ni a escribir sus nombres.
Esa era una situación que ya en octubre de 1953 Fidel había denunciado en su alegato La Historia Me Absolverá y cuya solución formaba parte del Programa de la Revolución del Moncada. Por eso tan pronto se produjo el triunfo, con esa visión proverbial que poseía llamó al pueblo a librar la batalla contra el analfabetismo como punto de partida del desarrollo educacional y cultural del país.
En septiembre de 1960, ante la Asamblea General de la ONU Fidel aseguró: “Cuba será el primer país de América que a la vuelta de algunos meses podrá decir que no tiene ni un solo analfabeto”. Confiado en su pueblo Fidel lanzo ese reto y no fue defraudado, porque la isla completa se movilizó para hacer realidad esa palabra y 300 MIL cubanos, entre ellos 100 MIL jóvenes estudiantes, se lanzaron por valles y montañas, por pueblos y ciudades, para cumplir el compromiso del Comandante en Jefe con el mundo.
La épica batalla que fue en 1961, la Campaña Nacional de Alfabetización se extendió por casi nueve meses. De las 979 MIL 200 personas analfabetas aptas para el estudio fueron alfabetizadas 707 MIL 212, pues el resto no pudo alcanzar esa meta por tener una edad muy avanzada o presentar algún tipo de necesidad educativa especial.
Como toda batalla esta también tuvo sus bajas dolorosas y 12 maestros brigadistas, alfabetizadores obreros y campesinos a los cuales se les enseñaba, perdieron la vida y constituyeron los mártires de la más noble contienda que se haya propuesto librar pueblo alguno por la educación y la cultura.
Paralelamente a la Campaña de Alfabetización la Revolución Cubana puso en práctica otras acciones para complementar el futuro desarrollo del país, como fueron la nacionalización de la enseñanza y la educación gratuita y pública para todos los ciudadanos de la nación sin distinción de ningún tipo.
55 años después de su culminación exitosa un día como hoy, la Campaña de Alfabetización no es historia para recordar, sino patrimonio de un pueblo aguerrido que con su Comandante en Jefe Fidel Castro a la cabeza convirtió a la pequeña isla caribeña en un país de hombres y mujeres inteligentes y cultos, de hombres y mujeres de ciencia y conciencia que el mundo admira y respeta.
En 1959 al triunfar la Revolución Cuba era uno de los países más atrasados educacionalmente de la América y el Caribe. Con una población de apenas 6 MILLONES de habitantes, más de la mitad de ellos tenían menos del tercer grado escolar, entre los cuales figuraban UN MILLÓN 32 MIL 849 analfabetos totales y casi UN MILLÓN de semianalfabetos que no alcanzaban ni a escribir sus nombres.
Esa era una situación que ya en octubre de 1953 Fidel había denunciado en su alegato La Historia Me Absolverá y cuya solución formaba parte del Programa de la Revolución del Moncada. Por eso tan pronto se produjo el triunfo, con esa visión proverbial que poseía llamó al pueblo a librar la batalla contra el analfabetismo como punto de partida del desarrollo educacional y cultural del país.
En septiembre de 1960, ante la Asamblea General de la ONU Fidel aseguró: “Cuba será el primer país de América que a la vuelta de algunos meses podrá decir que no tiene ni un solo analfabeto”. Confiado en su pueblo Fidel lanzo ese reto y no fue defraudado, porque la isla completa se movilizó para hacer realidad esa palabra y 300 MIL cubanos, entre ellos 100 MIL jóvenes estudiantes, se lanzaron por valles y montañas, por pueblos y ciudades, para cumplir el compromiso del Comandante en Jefe con el mundo.
La épica batalla que fue en 1961, la Campaña Nacional de Alfabetización se extendió por casi nueve meses. De las 979 MIL 200 personas analfabetas aptas para el estudio fueron alfabetizadas 707 MIL 212, pues el resto no pudo alcanzar esa meta por tener una edad muy avanzada o presentar algún tipo de necesidad educativa especial.
Como toda batalla esta también tuvo sus bajas dolorosas y 12 maestros brigadistas, alfabetizadores obreros y campesinos a los cuales se les enseñaba, perdieron la vida y constituyeron los mártires de la más noble contienda que se haya propuesto librar pueblo alguno por la educación y la cultura.
Paralelamente a la Campaña de Alfabetización la Revolución Cubana puso en práctica otras acciones para complementar el futuro desarrollo del país, como fueron la nacionalización de la enseñanza y la educación gratuita y pública para todos los ciudadanos de la nación sin distinción de ningún tipo.
55 años después de su culminación exitosa un día como hoy, la Campaña de Alfabetización no es historia para recordar, sino patrimonio de un pueblo aguerrido que con su Comandante en Jefe Fidel Castro a la cabeza convirtió a la pequeña isla caribeña en un país de hombres y mujeres inteligentes y cultos, de hombres y mujeres de ciencia y conciencia que el mundo admira y respeta.
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