Plaza de la revolución

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miércoles, 30 de noviembre de 2016

Dolor y compromiso de alumnos en centro donde estudió Fidel Castro

Por María Antonia Medina 

Santiago de Cuba, 30 nov.— Con la bandera cubana a media asta y expresión de dolor en el rostro comienzan las clases por estos días los estudiantes del preuniversitario Rafael María de Mendive, de Santiago de Cuba, donde estudió el Líder de la Revolución Fidel Castro Ruz.

A la entrada del plantel, en la Sala de Historia del antiguo colegio Nuestra Señora de los Dolores, hay fragancia de azucenas cerca de los retratos de la época que muestran a sus hermanos Raúl y Ramón Castro, quienes también fueron alumnos del centro.
  
El salón exhibe el pupitre utilizado por Fidel, mientras documentos y fotos dan fe del paso de aquel joven apuesto y rebelde por la edificación, que comenzó a construirse en 1907 y se inauguró como colegio Dolores de los Jesuitas en agosto de 1913.
  
No hay el bullicio en las mañanas de otros días,  sino el silencio del tributo matinal para reiterar que por los buenos resultados del niño Fidel y la insistencia de una maestra, los padres de la familia Castro Ruz enviaron a sus hijos a estudiar a Santiago de Cuba, entonces capital de la antigua provincia de Oriente.
  
Marianela Hodelín, directora del preuniversitario, dijo que desde el sábado anterior han llegado con más frecuencia visitantes nacionales y foráneos para conocer sobre los valores históricos,  patrimoniales, documentos y fotos, ante lo cual permanecen atentos   profesores y monitores de Historia.
  
En el libro Fidel y la religión, de Frei Betto, el Comandante en Jefe explicó que le convino ingresar al colegio de Dolores, regido por la Orden de los Jesuitas, en enero de 1938, donde se interesaban por los alumnos, su carácter, su comportamiento, con un gran sentido de rigor y exigencia, recordó la Hodelín.

Los casi mil 500 alumnos del plantel manifestaron su duelo por la muerte del ejemplar revolucionario, a quien evocarán, hasta su reposo en el cementerio santiaguero, con cantos patrióticos, poesías, firmas en los libros de condolencia y más disciplina y amor al estudio.
  
Con la nacionalización de la Educación en Cuba, en 1961, esta institución de alta valía arquitectónica pasó a ser Secundaria Básica y luego Preuniversitario, donde se han graduado gratuitamente más de 15 mil 200 jóvenes.
  
Además, el centro es un espacio para el conocimiento de la historia patria y para fomentar valores en las nuevas generaciones, por lo cual es recorrido con sistematicidad por pioneros y jóvenes de diversas enseñanzas de la provincia.
 
Tiene condiciones para impulsar las transformaciones educacionales desde sus 22 aulas, laboratorios de Computación, Biología, Física y Química, biblioteca, teatro y áreas para el desarrollo del juego con un preparado claustro de Licenciados en Educación y Másteres.
 
Gustavo González, alumno de onceno grado, dijo estar muy orgulloso de estudiar allí, y refirió que en la Sala de Historia también se muestra la biografía y foto del gran pedagogo cubano Rafael María de Mendive, maestro de José Martí.
  
En ese lugar aprendieron, además, otras personalidades de la política, la cultura y las ciencias, entre ellos Eduardo Chibás, Renato Guitart y José Antonio Portuondo.

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