Plaza de la revolución

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domingo, 14 de agosto de 2016

En agosto dijo adiós el poeta Jesús Cos Cause

Por Maria Elena López Jiménez

Santiago de Cuba, 14 ago.— Desde la sangre, en defensa de sus ancestros, el poeta Jesús Cos Cause plantó su identidad caribeña amando al abuelo Braulio, a los mártires, al peregrino y la misma entraña de la tierra natal.

Cómo no recordar al artista en este agosto, cuando fue uno de los primeros en cantarle con su lira al cubano grande,  al Comandante en Jefe de siempre, Fidel Castro. Cos Cause le tituló sus versos con 2 palabras: ”Escribo Fidel”…” y continuó declarando “porque ya se mi nombre. Esta ventana es mía y mi madre desde el jardín espanta con las flores el fantasma de la miseria… Escribo Fidel porque está cabalgando Bolívar otra vez sobre los Andes y las Antillas. Escribo Fidel y ya conozco los caminos”.

De este mismo canto el poeta definió con nitidez su origen cuando escribió que nació con las manos vacías y tan lejos de la fuente que nunca tuvo rostro y siempre tuvo sed.

De ahí nació y creció su obra: unió su presente y su pasado al proyecto revolucionario cubano y bien lo destacó cuando dijo que ponía los oídos a la tierra para escuchar seguro el andar de la lira en transformación, naciendo con el dolor, la sangre y las victorias de todos los héroes.

Agosto marcó también la desaparición física del bardo santiaguero; por estos días del año 2007 no dormía y en silencio vivía apegado a la casa del Caribe; presentía que el 23 era el adiós definitivo de la institución y de su gente; de la ciudad que le caló hasta lo más íntimo de la sangre; pero él no se imaginó que permanecería en su coral poético, con silueta quijotesca y una barba irreverente. Cierta madrugada atrapó una luciérnaga ”calle arriba, isla abajo” para vivir en el verso cubano y caribeño.

Recuerda un amigo que fue dueño de esa rara facultad de convertir en oro la arcilla común; tuvo una honradez profunda que animaba el corazón callado de las cosas… Los títulos del poeta insisten en imponer esa música extraña, profunda y primigenia.

El juglar definió los símbolos del Caribe en su antológico “Braulio Causse”, dedicado a su abuelo, un emigrante haitiano: Contaba que realizó la travesía en una calabaza inmensa con una caña como palo mayor y una hoja de yagruma de bandera... Era una de las voces más prominentes de la literatura y sobresalió como dramaturgo, antólogo y periodista. Con una prominente hoja de servicio a favor de las letras cubanas, obtuvo innumerables premios literarios en Cuba y el extranjero; al momento de su muerte fungía  como presidente del taller Internacional de Poesía El Caribe y el Mundo y del Congreso Mundial de Poesía, que cada año tienen lugar en Santiago de Cuba junto con el Festival del Caribe o Fiesta del Fuego.

El desaparecido filólogo, Oscar Ruiz Miyares definió la obra de Cos, como un afán de versificar la continuidad del hombre a través de la historia del Caribe en la tierra cubana, jamaicana o haitiana con sus nexos africanos y europeos.

Cantó al amor o al guerrillero cuando dijo “Camarada quiero sembrar una rosa del tamaño del pueblo. Por eso cuando caiga en el combate, siembra la rosa que salga de mi sangre”.

En estos días que se cumplen 7 años de sus últimas jornadas de vida, su tierra lo eterniza en su poesía y con una imagen que él mismo nominó como “El Quijote Negro” de las Antillas.

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