Santiago de Cuba, Santiago de Cuba, 20 jul.— Un gran impacto social tiene el empleo del biogás en comunidades serranas de la provincia de Santiago de Cuba, para aprovechar los residuales nocivos al medio ambiente y contribuir al desarrollo sostenible.
En las montañas de Seboruco, municipio
de Segundo Frente, se benefician 43 familias rurales con biodigestores
que ofrecen gas para la cocción de alimentos y ahorran como promedio más
de dos kilowatt al día, además de proveer abono natural que mejora el
rendimiento de las cosechas.
Nidia Medina, vecina de la localidad, explicó que todos participaron en la construcción del polígono y es lo mejor en aquellas montañas porque se cocina con limpieza y sin el humo que tanto irritaba sus ojos.
De manera favorable opina también Juana Esther Collado, quien reconoció que llega del trabajo a las cinco y 30 de la tarde y en apenas una hora tiene la mesa lista, pues el tiempo de cocción que requieren los alimentos ahora es corto.
Rogelio Wanton, director de la oficina del Fórum de Ciencia y Técnica en la provincia, dijo que recursos propios y locales de bajo costo se sumaron al apoyo técnico que brindó el Gobierno, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y la Delegación Territorial de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Este polígono es el único de su tipo que existe en el país y a tres años de su inauguración ahorro y limpieza caracterizan su empleo.
Otra de las bondades del biogás es que los residuos del proceso lo utilizan como biofertilizantes, práctica que efectúan en su finca forestal Los Cirueles, Nidia y su esposo Edael Castellanos.
El proyecto incluye un secador solar en ejecución con el fin de ayudar a los campesinos que tienen convenios porcinos en el proceso del alimento animal, cuya masa hoy llega a más de mil ejemplares.
Igualmente, acometen una nueva inversión para dotar a la comunidad de un calentador de agua, que recibirá el apoyo de las 43 familias que residen en Seboruco.
La idea inicial de utilizar los residuos sólidos que generan los criaderos porcinos surgió por los propios integrantes de la localidad y del movimiento del Fórum de Ciencia y Técnica en ese territorio montañoso.
Nidia Medina, vecina de la localidad, explicó que todos participaron en la construcción del polígono y es lo mejor en aquellas montañas porque se cocina con limpieza y sin el humo que tanto irritaba sus ojos.
De manera favorable opina también Juana Esther Collado, quien reconoció que llega del trabajo a las cinco y 30 de la tarde y en apenas una hora tiene la mesa lista, pues el tiempo de cocción que requieren los alimentos ahora es corto.
Rogelio Wanton, director de la oficina del Fórum de Ciencia y Técnica en la provincia, dijo que recursos propios y locales de bajo costo se sumaron al apoyo técnico que brindó el Gobierno, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y la Delegación Territorial de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Este polígono es el único de su tipo que existe en el país y a tres años de su inauguración ahorro y limpieza caracterizan su empleo.
Otra de las bondades del biogás es que los residuos del proceso lo utilizan como biofertilizantes, práctica que efectúan en su finca forestal Los Cirueles, Nidia y su esposo Edael Castellanos.
El proyecto incluye un secador solar en ejecución con el fin de ayudar a los campesinos que tienen convenios porcinos en el proceso del alimento animal, cuya masa hoy llega a más de mil ejemplares.
Igualmente, acometen una nueva inversión para dotar a la comunidad de un calentador de agua, que recibirá el apoyo de las 43 familias que residen en Seboruco.
La idea inicial de utilizar los residuos sólidos que generan los criaderos porcinos surgió por los propios integrantes de la localidad y del movimiento del Fórum de Ciencia y Técnica en ese territorio montañoso.
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