Santiago de Cuba, 30 jun.— Josué País, Floro Vistel y Salvador Pascual, jóvenes revolucionarios asesinados vilmente el 30 de junio de 1957, serán recordados hoy en esta ciudad por estudiantes, trabajadores, combatientes y pueblo en general.
En la intersección del Paseo de Martí y
la Avenida Flor Crombet, donde fueron ultimados a balazos, acudirán
también familiares de los mártires y vecinos de la barriada santiaguera.
Los tres combatientes abrazaron tempranamente los idearios de lucha y en el caso de Josué era el hermano menor de Frank País, Jefe de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio.
Hace 59 años, el régimen opresor de Fulgencio Batista organizó un mitin en el céntrico parque Carlos Manuel de Céspedes, el cual iba a ser boicoteado por los revolucionarios.
Figuró en el plan la colocación de una bomba de tiempo en la alcantarilla, debajo de la tribuna levantada en ese espacio público, pero al mediodía bomberos regaron la zona preparada para el acto y, al parecer, el agua afectó el mecanismo.
Ese imprevisto provocó la ansiedad de los grupos con misiones riesgosas en la jornada, ya que la señal acordada era la detonación del artefacto.
La impaciencia se adueñó de Josué, Floro y Salvador, quienes salieron a cumplir la tarea asignada.
Cuando el auto en el cual se trasladaron entró en el Paseo de Martí, fue perseguido por un patrullero que abrió fuego contra el vehículo.
Los tres combatientes abrazaron tempranamente los idearios de lucha y en el caso de Josué era el hermano menor de Frank País, Jefe de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio.
Hace 59 años, el régimen opresor de Fulgencio Batista organizó un mitin en el céntrico parque Carlos Manuel de Céspedes, el cual iba a ser boicoteado por los revolucionarios.
Figuró en el plan la colocación de una bomba de tiempo en la alcantarilla, debajo de la tribuna levantada en ese espacio público, pero al mediodía bomberos regaron la zona preparada para el acto y, al parecer, el agua afectó el mecanismo.
Ese imprevisto provocó la ansiedad de los grupos con misiones riesgosas en la jornada, ya que la señal acordada era la detonación del artefacto.
La impaciencia se adueñó de Josué, Floro y Salvador, quienes salieron a cumplir la tarea asignada.
Cuando el auto en el cual se trasladaron entró en el Paseo de Martí, fue perseguido por un patrullero que abrió fuego contra el vehículo.
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