Por Claudia González CatalánSantiago de Cuba, 5 mar.— La historia de Cuba casi siempre nos sorprende con sus incógnitas. Preguntamos a varias personas si habían escuchado hablar alguna vez de María Antonia Figueroa, pero las respuestas fueron imprecisas. No obstante, siempre volvemos a los antiguos lugares donde se gestó el triunfo. En la calle Carnicería de la Ciudad Héroe, una tarja marca el lugar preciso. En la casa número 315 vivió María Antonia Figueroa.
Santiaguera por nacimiento y por entrega fue María Antonia Figueroa. “La Doctora”, como la conocían en el argot clandestino, no es la María Antonia de las leyendas o la imaginería popular.
Trascendente
por su colaboración en la lucha revolucionaria y por su magisterio,
heredados de la destacada combatiente Cayita Araujo, su madre. María
Antonia es la mujer que logró salvar la vida a seis combatientes luego
del asalto al Cuartel Moncada; tesorera del Movimiento 26 de Julio en
Oriente y colaboradora voluntaria de Celia Sánchez después del triunfo
revolucionario.La tarja en la casa 315 de la calle Carnicería es una invitación a una pausa en el andar cotidiano para reverenciar a las grandes mujeres de la historia patria.
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