Por Brita Garcia AlberterisSantiago de Cuba, 23 dic.— Detrás del resultado de cada atleta se encuentra un entrenador esforzado y comprometido, igual o más, que el propio deportista. Los profesores también dejan a su familia atrás, se ausentan de las actividades festivas y fechas especiales, que unen al núcleo más importante de la sociedad cubana.
Por eso, cuando sus muchachos alcanzan una medalla, sienten la felicidad doble y la gratificación del deber cumplido.
Los trabajadores de la EIDE “Capitán Orestes Acosta” están en el centro del proceso.
En Santiago de Cuba el alto rendimiento es una de las esferas más importantes dentro del INDER, pero no son los únicos.
Todos los días vemos en las calles a pedagogos que acompañan a los niños hasta sus casas después de una ardua jornada, o en los combinados, dirigiendo la estrategia para alcanzar la medalla en las competiciones. No solo los mueve el resultado final, se sienten felices cuando saben que uno de sus niños mejoró las notas o tuvo una conducta ejemplar en el aula.
Igual ocurre con los profesores de los círculos de abuelos o los que colaboran con la salud cubana rehabilitando pacientes y aconsejando a los adultos para que tengan una vida sana y activa.
Los profesores de educación física mantienen la salud de los educandos y se insertan en la vida de la escuela como uno más.
Este 22 de diciembre agasajamos a los que todos los días del año contribuyen con la formación de los niños, jóvenes y adultos, en especial a los trabajadores del INDER que dedican su trabajo a la preparación de los deportistas.
Los trabajadores de la EIDE “Capitán Orestes Acosta” están en el centro del proceso.
En Santiago de Cuba el alto rendimiento es una de las esferas más importantes dentro del INDER, pero no son los únicos.
Todos los días vemos en las calles a pedagogos que acompañan a los niños hasta sus casas después de una ardua jornada, o en los combinados, dirigiendo la estrategia para alcanzar la medalla en las competiciones. No solo los mueve el resultado final, se sienten felices cuando saben que uno de sus niños mejoró las notas o tuvo una conducta ejemplar en el aula.
Igual ocurre con los profesores de los círculos de abuelos o los que colaboran con la salud cubana rehabilitando pacientes y aconsejando a los adultos para que tengan una vida sana y activa.
Los profesores de educación física mantienen la salud de los educandos y se insertan en la vida de la escuela como uno más.
Este 22 de diciembre agasajamos a los que todos los días del año contribuyen con la formación de los niños, jóvenes y adultos, en especial a los trabajadores del INDER que dedican su trabajo a la preparación de los deportistas.
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