Por Rosalina Tamayo Arañó Palma Soriano, Santiago de Cuba, 8 oct.— Entre los colaboradores palmeros que están cumpliendo con el programa Más médicos en Brasil, está el Doctor Héctor Santiago Montes Fong, que llegó al gigante sudamericano en febrero de este año. Está en el Estado de Mato Grosso en el municipio Pedra Preta que tiene algo más de 15 mil habitantes.
Hace consultas en 16 asentamientos de la
zona rural donde hacia poco más de 4 años no tenían médico. Cuando
comenzó era difícil la comunicación por la cuestión del idioma, aunque
logró que se entendiera, fundamentalmente la labor comunitaria de
prevención de las enfermedades crónicas descontroladas, unas por el
desconocimiento y otras por hacer incorrectamente los tratamientos.
Me cuenta el Doctor Héctor que "muchos de los enfermos tienen por ejemplo la Diabetes Mellitus, una afección que a cualquiera de nuestra tierra se le pregunta y saben qué es y cuáles son sus complicaciones. Aquí he visto diferente personas con años de evolución de esta dolencia y no sabían nada de ella, inclusive con tratamientos impuestos de forma incorrecta y que no lograban compensar la glicemia"
Agrega Héctor que "los pacientes son bien humildes y pobres por lo menos en mi región, carentes de todo tipo de servicio pues están distantes de la ciudad, por ejemplo tengo lugares que me quedan a 170 km la ida y la vuelta, otros a 130, los más cercanos están a unos 45 ó 50 km o más sin llegar a los 100 de la ciudad. Los pacientes sienten la satisfacción de que este yendo a esos lugares, se ve la expresión de alegría en sus caras, me dicen, que nunca me vaya de aquí, para donde vaya yo voy, usted es un medico que mira la cara de las personas y escucha lo que dice, además nos toca, nos examina, a muchos de los que fui nunca me miraron a la cara y solo me recetaban dipirona, estas cosas"
Es reconfortante porque nuestra medicina a pesar de sus carencias es una de las más codiciadas en el mundo. Cuando les habla de la gratuidad de nuestro sistema de salud y educación, muchos se asombran y a veces hasta ni le quieren creer, teniendo que explicar todo bien para que puedan comprender la verdadera realidad de Cuba.
Son muchísimas las anécdotas que pudiera seguir contando de este médico cubano en Brasil, quien se siento super bien de haber nacido en esta tierra y haber estudiado medicina, porque reciben en lo espiritual el agradecimiento eterno de aquellas personas que aunque vivan en una sociedad capitalista son capaces de entender que la medicina jamás puede ser mercantilizada.
Me cuenta el Doctor Héctor que "muchos de los enfermos tienen por ejemplo la Diabetes Mellitus, una afección que a cualquiera de nuestra tierra se le pregunta y saben qué es y cuáles son sus complicaciones. Aquí he visto diferente personas con años de evolución de esta dolencia y no sabían nada de ella, inclusive con tratamientos impuestos de forma incorrecta y que no lograban compensar la glicemia"
Agrega Héctor que "los pacientes son bien humildes y pobres por lo menos en mi región, carentes de todo tipo de servicio pues están distantes de la ciudad, por ejemplo tengo lugares que me quedan a 170 km la ida y la vuelta, otros a 130, los más cercanos están a unos 45 ó 50 km o más sin llegar a los 100 de la ciudad. Los pacientes sienten la satisfacción de que este yendo a esos lugares, se ve la expresión de alegría en sus caras, me dicen, que nunca me vaya de aquí, para donde vaya yo voy, usted es un medico que mira la cara de las personas y escucha lo que dice, además nos toca, nos examina, a muchos de los que fui nunca me miraron a la cara y solo me recetaban dipirona, estas cosas"
Es reconfortante porque nuestra medicina a pesar de sus carencias es una de las más codiciadas en el mundo. Cuando les habla de la gratuidad de nuestro sistema de salud y educación, muchos se asombran y a veces hasta ni le quieren creer, teniendo que explicar todo bien para que puedan comprender la verdadera realidad de Cuba.
Son muchísimas las anécdotas que pudiera seguir contando de este médico cubano en Brasil, quien se siento super bien de haber nacido en esta tierra y haber estudiado medicina, porque reciben en lo espiritual el agradecimiento eterno de aquellas personas que aunque vivan en una sociedad capitalista son capaces de entender que la medicina jamás puede ser mercantilizada.
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