Por Armando Fernández Martí
Santiago de Cuba, 17 mar.— Cuando e 17 de marzo de 1961 el entonces presidente norteamericano Dwight Eisenhower aprobaba un programa de acciones encubiertas contra Cuba, que incluía preparar una fuerza mercenaria para invadir la isla, Estados Unidos declaraba unilateralmente la guerra al país caribeño con el objetivo de derribar del poder "al régimen de Castro", es decir, la Revolución.
Santiago de Cuba, 17 mar.— Cuando e 17 de marzo de 1961 el entonces presidente norteamericano Dwight Eisenhower aprobaba un programa de acciones encubiertas contra Cuba, que incluía preparar una fuerza mercenaria para invadir la isla, Estados Unidos declaraba unilateralmente la guerra al país caribeño con el objetivo de derribar del poder "al régimen de Castro", es decir, la Revolución.
Aunque ya desde enero de 1959 el imperio
yanqui había adoptado una política agresiva contra Cuba, no fue hasta
esta fecha que dio luz verde a la Agencia Central de Inteligencia para
que pusiera en práctica sin tapujos de ningún tipo, las acciones contra
la isla, que nada tenían de encubiertas, como lo muestra la historia
desde entonces hasta hoy.
En ese sentido, la CIA organizó y financió decenas de bandas contrarrevolucionarias en el Escambray y otros territorios montañosos del país, a las cuales suministraba miles de toneladas de armas para sembrar el terror en las zonas donde operaban, cometiendo numerosos crímenes de maestros, alfabetizadores, campesinos y milicianos, ente otros.
De igual forma, se incrementaron a lo largo del territorio nacional los sabotajes a instalaciones económicas empleando en muchas ocasiones las fuerzas contrarrevolucionarias que se infiltraban en el país, utilizando recursos navales suministrados por la propia CIA e incluso, por la marina estadounidense.
Paralelamente, en países centroamericanos como Nicaragua, Guatemala y en estado norteamericano de La Florida, se establecieron campamentos para el entrenamiento de los mercenarios que invadirían a Cuba en abril de 1961 y que bochornosamente, fueron derrotados en Playa Girón en menos de 72 horas, a pesar de contar con modernos recursos de guerra como cualquier ejército regular.
Todos estos planes agresivos de Estados Unidos hacia Cuba, fueron denunciados por el representante de la isla en la ONU ante el Consejo de Seguridad, el 7 de enero de 1961 al tiempo que los cubanos se vieron obligados a realizar una gran movilización militar, en ocasión del cambio de gobierno norteamericano, que se produjo el 20 de enero de ese año, al asumir la Presidencia John F. Kennedy.
Sin embargo, la llegada de un nuevo Presidente a Estados Unidos no representó ningún cambio en la política agresiva del país caribeño, la que se ha mantenido durante más de medio siglo, no obstante haber pasado por el sillón presidencial de la Casa Blanca, 11 administraciones.
Aquel programa de acciones encubiertas contra Cuba aprobado el 17 de marzo de 1960, hace hoy 54 años, aunque sigue vigente, y nadie debe dudarlo, nunca logró su propósito, derrotar la Revolución Cubana, que sigue su camino victorioso a pesar de los pesares.
En ese sentido, la CIA organizó y financió decenas de bandas contrarrevolucionarias en el Escambray y otros territorios montañosos del país, a las cuales suministraba miles de toneladas de armas para sembrar el terror en las zonas donde operaban, cometiendo numerosos crímenes de maestros, alfabetizadores, campesinos y milicianos, ente otros.
De igual forma, se incrementaron a lo largo del territorio nacional los sabotajes a instalaciones económicas empleando en muchas ocasiones las fuerzas contrarrevolucionarias que se infiltraban en el país, utilizando recursos navales suministrados por la propia CIA e incluso, por la marina estadounidense.
Paralelamente, en países centroamericanos como Nicaragua, Guatemala y en estado norteamericano de La Florida, se establecieron campamentos para el entrenamiento de los mercenarios que invadirían a Cuba en abril de 1961 y que bochornosamente, fueron derrotados en Playa Girón en menos de 72 horas, a pesar de contar con modernos recursos de guerra como cualquier ejército regular.
Todos estos planes agresivos de Estados Unidos hacia Cuba, fueron denunciados por el representante de la isla en la ONU ante el Consejo de Seguridad, el 7 de enero de 1961 al tiempo que los cubanos se vieron obligados a realizar una gran movilización militar, en ocasión del cambio de gobierno norteamericano, que se produjo el 20 de enero de ese año, al asumir la Presidencia John F. Kennedy.
Sin embargo, la llegada de un nuevo Presidente a Estados Unidos no representó ningún cambio en la política agresiva del país caribeño, la que se ha mantenido durante más de medio siglo, no obstante haber pasado por el sillón presidencial de la Casa Blanca, 11 administraciones.
Aquel programa de acciones encubiertas contra Cuba aprobado el 17 de marzo de 1960, hace hoy 54 años, aunque sigue vigente, y nadie debe dudarlo, nunca logró su propósito, derrotar la Revolución Cubana, que sigue su camino victorioso a pesar de los pesares.
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