Plaza de la revolución

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jueves, 10 de octubre de 2019

Cambula, la joven que confeccionó la primera bandera de combate

Por María Elena López Jiménez

Santiago de Cuba, 10 oct.— Ella vivió sus últimos 51 años en esta ciudad, en la calle Pio Rosado, número 72. En el exterior de la vivienda no hay una tarja que identifique la hermosa historia, casi leyenda, de Candelaria Acosta, la joven manzanillera que confeccionó el 9 de octubre del 1868 la bandera del alzamiento de la Demajagua, inicio de la lucha por la Independencia de Cuba.

Apenas tenía 17 años y su relación con el Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes la hizo necesaria en los preparativos para el 10 de octubre, fecha que marca la historia Patria. Sitio donde se escuchó el grito de rebeldía contra la esclavitud y el colonialismo.

Al anochecer del 9 de octubre Cambula con retazos de un mosquitero rojo, de un vestido azul y un corpiño blanco creó el estandarte de 126 centímetros de ancho por 130 de largo.

El historiador santiaguero Francisco Ibarra subrayó en un artículo de la Revista Santiago de la Universidad de Oriente también los pormenores de la existencia de la joven tanto en su pasión por el Padre de la Patria como la etapa en la manigua, a donde tuvo que irse a pocos días del alzamiento. El 17 de octubre los españoles atacaron La Demajagua y arrasaron con todo lo que quedaba.

Así inició la joven su vida mambisa en un lugar llamado Blanquizal, donde era visitada por el hombre amado. De la relación nació Carmen, más conocida por Carmita. En septiembre de 1871 Cambula encinta nuevamente viajó para Jamaica con la pequeña y en 1872 llegó al mundo el niño Manuel, el otro retoño de Cèspedes, quien mantuvo una correspondencia continua con la madre de estos 2 hijos; ella guardó durante toda su vida con dedicación esas cartas.

En Kingston, Cambula recibió la ayuda de los emigrados, pues todos se esforzaron para amparar a los hijos del Padre de la Patria. Se distinguió en esta  misión, el poeta José Joaquín Palma, secretario y ayudante de Céspedes, quien llegó a la capital jamaicana para una misión y allí lo sorprendió la desaparición física del gran mambí en la serranía de San Lorenzo.

En 1881 Cambula con sus niños regresó a Cuba, directamente a la ciudad santiaguera para permanecer en ella hasta la hora de la muerte. Su primer hogar fue en Marimón; luego, en 1884, se casó con Antonio Acosta; de esta unión tuvo 3 hijos más.

Durante  40 años, esta extraordinaria mujer vivió en la ciudad suroriental, ignorada por todos.

A finales de 1924 se representó en el Grop Catalunya de Santiago una obra de tema histórico: La aurora de La Demajagua. La casualidad hizo que uno de los familiares se encontrase en ese acto, y corrió emocionado a contarle lo que de ella se decía en dicha obra. Cambula, que ya creía que nadie la recordaba y que habría de morir sin que se diera valor a su labor de aquellos días memorables, averiguó sobre el autor y le escribió preguntándole por qué medios había logrado enterarse de que fuera la mujer que cosió la primera bandera usada en la Guerra de Independencia.

En esa misma circunstancia, en 1928 la visitó el Dr. Ulises Cruz Bustillo, director de la Escuela Normal. Cambula narró sus vivencias de las jornadas de lucha y de la carta escrita al autor de la obra y expresó: "Desde entonces, me han retratado más de la cuenta”;  por este suceso, fue invitada al centro docente y en la visita le pidieron que hiciera una bandera igual y ocurrió lo mismo que en la primera. No supo dibujar la estrella. En 1868 la auxilió  el patriota Esteban Tamayo y en ese momento lo hizo la maestra Catalina Marqués Pomar. Cambula tenía 73 años de edad cuando sus manos volvieron a bordar el estandarte que hoy se atesora en el museo Emilio Bacardí.

Candelaria Acosta Fontaigne, Cambula, nació el 2 febrero de 1851 en Veguita de Manzanillo y murió el 23 de mayo de 1932; tuvo una larga vida y entre los testimonios del cariño que le profesaba el Padre de la Patria, queda una carta que expresa el sentimiento que los unió: “Hoy hace un año que no veo a Cambula ni a mi hijita. En todo este tiempo me he hallado solo…”.

Cambula es inspiración para muchos artistas, entre ellos, el héroe cubano Antonio Guerrero, que hizo un dibujo que forma parte de la colección “Toda la Patria está en la Mujer”. Merecido homenaje a quien un día amó intensamente sin prejuicios de época ni tiempo. Quien con sus manos bordó la bandera del primer combate por la libertad de Cuba, la enseña del amanecer del 10 de octubre en La Demajagua.

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