Por Irán Suárez Vaillant
Santiago de Cuba, 21 sep.— El emblemático cuadro “La Bailariana Americana”, del retratista santiaguero Federico Martínez Matos, se vuelve a exponer en la Sala de Arte del Museo Provincial Emilio Bacardí, luego de ser sometido a un proceso de restauración y montaje, con el objetivo de atenuar los daños que presentaba en su superficie.
Los especialistas involucrados en esta restauración fueron el licenciado Alejandro Dopico, especialista en restauración de soporte papel, y Yilian González, directora del Taller Regional de Restauración y Conservación, perteneciente al Centro Provincial de Patrimonio Cultural en Santiago de Cuba, institución gestora de esta rehabilitación, de conjunto con otros de la Facultad de Conservación, Restauración y Museología del Instituto Superior de Arte.
No se aplicaron productos químicos en este proceso, se sometió a una limpieza y consolidación mecánica y al reintegro de color con pigmentos semejantes al pastel seco, técnica pictórica empleada por el autor, explicó a la ACN Yilian González.
González precisó que el montaje de la obra se realizó mediante la técnica de desacidificación por migración, que consiste en colocar bandas de papel libre de ácido, que son retiradas al cambiar de coloración.
El cristal se colocó separado de la pieza para evitar el roce directo con la misma, con un soporte separador de la pared a 45 grados, como forma de mitigar el desprendimiento de los pigmentos por gravedad, y la iluminación focalizada para no evidenciar los efectos del tiempo.
Estas fueron medidas de conservación preventivas, aplicadas con la premisa de minimizar la intervención sobre la pintura.
Deysi Efron, especialista principal de la Sala de Artes Plásticas del Museo Provincial, rememoró que esta obra realizada en las primeras décadas del siglo XX por el pintor Federico Martínez Matos, el cual se considera como el mayor retratista cubano de todos los tiempos, tiene como tema la representación de la figura de una bailarina que cautivó al artista durante los años que vivió en los Estados Unidos.
Este cuadro, el cual es la obra cumbre del pintor, denota la perfección de la representación de la figura humana que siempre buscó alcanzar el artista en sus obras, en cuanto a la textura, los detalles, la fisionomía, el tratamiento sicológico y la composición cromática, detalló la especialista.
Oscar Vera, especialista principal de la institución museística, expresó que al cumplirse en este año el aniversario 120 de la fundación del museo, la incorporación a la exposición de este cuadro se convierte en uno de los principales logros, pues el público puede visualizar en él una de las obras cumbres del retrato cubano.
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