Plaza de la revolución

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domingo, 25 de noviembre de 2018

Un día como hoy el yate Granma comenzó a navegar por la historia

Por Armando Fernández Martí

Santiago de Cuba, 25 nov.— Cuando sobre las dos de la madrugada del 25 de noviembre de 1950 el Doctor Fidel Castro Ruz abordó el yate Granma, atracado en un muelle del Río Tuxpan, en Veracruz, México, y dijo al maquinista “arranca los motores y vámonos”; se iniciaba una nueva epopeya por la libertad de Cuba, que no se detendría hasta alcanzar la victoria final dos años y 36 días después, el primero de enero de 1959.

El Granma era un pequeño yate de recreo de madera de 65 pies de largo y según su diseño la capacidad era para 10 personas. Sin embargo, cuando partió del muelle, hacinados entre armas, municiones, avituallamiento y provisiones para el viaje, en su vientre la nave llevaba 82 hombres que habían decidido ser libres o mártires por cambiar el destino incierto de la Patria para un futuro mejor.

En Tuxpan la noche era tormentosa y la navegación estaba prohibida para embarcaciones pequeñas. No obstante la primera media hora la recorría el Granma en las aguas del río normal y a oscuras, mientras que los expedicionarios hicieron silencio absoluto, como se había ordenado, para que el yate no fuera detectado por la guardia en la marina mexicana de ese punto.

Tan pronto salieron a la hondura del Golfo de México, se encendieron los focos y todos entonaron las notas del Himno Nacional cubano. La alegría entre los expedicionarios era inmensa, pero fue por poco tiempo porque en el golfo la situación climática era distinta y la nave comenzó a ser azotada por grandes olas, de una mar de fuerza seis.

Ese momento de la travesía fue descrito años después por el Che, que con fino humor característico de sus narraciones señaló: “El barco entero presentaba un aspecto ridículamente trágico; hombres con la angustia reflejada en el rostro agarrándose el estómago, uno con la cabeza metida en un cubo y otros tumbados en las más extrañas posiciones, inmóviles y con las ropas sucias por el vómito. Salvo dos o tres marinos y cuatro o cinco personas más. El resto de los expedicionarios se marearon”.

Otro momento difícil de la travesía se presentó el propio 25 de noviembre en horas de la tarde, cuando la pequeña embarcación comenzó a hacer agua y una de las bombas de achique no funcionaba, por lo que varios hombres tuvieron que sacar el agua con cubo durante dos horas, en tanto se sacaron algunas armas para rechazar cualquier intento de una agresión enemiga, pues la dictadura de Batista había circulado la embarcación.

Así transcurría para los expedicionarios del yate Granma su primer día a bordo de la nave, que tendría que navegar, desde el puerto de Tuxpan hasta la costa suroriental 1285 millas marinas, distancia calculada a recorrer en 5 días de no existir contratiempos.

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