Santiago de Cuba, 14 oct.— Artistas y jóvenes vinieron por la historia al Mausoleo del II Frente Oriental. A los pies de la loma Mícara conocieron el simbolismo del lugar que recuerda la fundación y los protagonistas del grupo guerrillero.
Por el sendero de la dignidad atravesaron los 240 nichos de combatientes hasta la llama eterna que los custodia, y ante ella el silencio fue tributo.
La piedra tumba. Los amigos del alma. Los hombres de los que se tiene el ejemplo como únicos restos. Los Héroes de la República que se forjaron como estrellas. El recuerdo del instante.
Pero los que quieren llegar al mausoleo natural, al coronar la loma Mícara e inician dos kilómetros y medio de recorrido, en los que un celular les sigue. No hay ríos, pero las lluvias se hacen paso.
Hay zapatos que abandonan y pies que resisten. También se conocen manos amigas y algunos recuerdan las lecciones de pioneros exploradores, mientras otros disfrutan las bondades de un paraje silvestre.
Se abren camino al andar por donde solo lo hicieron antes los delegados al congreso cederista, y si se les pregunta dicen que están bien, y hasta la cima. Justo el primer mirador es la señal de que casi se han escalado los 500 metros sobre el nivel del mar y cuando la cima abraza recuerdan la historia ¨y nos motiva a pensar en el pasado, presente y futuro de Cuba¨, expresa Ada Elena Lescay.
Aquí las palmas se yergen como los 78 fundadores del frente guerrillero y les recibe uno de ellos, el coronel Alberto Vázquez, Vazquecito.
Ahora el empeño del sendero irá con los 16 creadores santiagueros, delegados al congreso de la AHS, que reciben así la bandera que llevarán al evento nacional.
Sin quitarse el fango del camino conocieron el moderno Museo del II Frente Oriental, el Hotel cuatro estrellas y el sitio de cría de tilapia, dos de las más recientes obras de un municipio hecho en tiempos de Revolución. Recuerdos del día en que artistas de la AHS anduvieron el camino de Raúl y sus compañeros.
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