Por Armando Fernández Martí
Santiago de Cuba, 28 ago.— Uno de los hechos de guerra más significativo de la gesta independentista de 1895 fue el asalto y toma de la ciudad de Victoria de Las Tunas, iniciado el 28 de agosto de 1897, hace hoy 121 años, por tropas mambisas al mando del Mayor General Calixto García Iñiguez, jefe militar del departamento oriental con zonas de operaciones en territorios como Bayamo, Manzanillo, Las Tunas, Palma Soriano, Holguín, Niquero y otras no menos importantes.
Sin embargo, por su posición estratégica entre Oriente y Camagüey, los españoles conferían especial importancia a la plaza militar de Las Tunas dotada de 14 fuertes y fortines, fosos, alambradas, cañones y centenares de soldados por lo que los colonialistas llegaron a considerar la ciudad inexpugnable, pues para tomarla serían necesarios no menos de 10 MIL mambises.
No obstante, y valiéndose de su servicio de inteligencia el Mayor General Calixto García elaboró un plan estratégico que le permitiría con solo unos 1200 hombres bajo su mando asediar a la ciudad de Las Tunas y tomarla en pocas horas, iniciándose el ataque al amanecer del 28 de agosto de 1897.
Significativo es el hecho que en este ataque a Victoria de Las Tunas resultó de extraordinario valor la información ofrecida por la agente secreto María Machado, quien era hija del General español Emilio March. La muchacha a riesgo de su propia vida se las arregló para hacer llegar a Calixto García los planos de la ciudad y sus puntos estratégicos, así como toda la información necesaria para llevar a cabo la operación de ataque y toma de Las Tunas en un combate que se extendió por tres días.
Como resultado de la victoria mambisa los españoles tuvieron 200 muertos, 400 prisioneros capturándosele además, dos cañones, 1200 fusiles, un millón de tiros, 10 carretas de medicinas y gran cantidad de equipos y víveres, lo cual trajo una gran repercusión internacional y evidenció el principio del fin del colonialismo español en la isla.
En este combate la artillería mambisa empleó su primer cañón de dinamita con la particularidad de que uno de sus artilleros fue el joven José Francisco Martí Zayas Bazán, hijo del Apóstol cubano, mientras que una de las bajas más sensibles del combate por los insurrectos fue la del coronel Ángel de la Guardia, que acompañaba a nuestro Héroe Nacional José Martí el día de su muerte en Dos Ríos.
Luego del ataque y toma de Las Tunas Calixto García fue nombrado Lugarteniente General del Ejército Libertador, en sustitución del Titán de Bronce Antonio Maceo, caído en combate el 7 de diciembre de 1896.
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