Plaza de la revolución

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lunes, 16 de octubre de 2017

Presente de la Universidad en Songo-La Maya

Por Rogelio Ramos Domínguez

Songo-La Maya, Santiago de Cuba, 16 oct.— La sede universitaria de Songo-La Maya está lejos del centro de la ciudad, son dos pequeños edificios de una planta detrás del museo municipal. Hace un tiempo tenía su espacio justo en la Calle Pérez Carbó, cercana al enorme edificio de la Casa de Cultura pero no era sostenible, señala el Doctor Alberto Díaz Díaz.

El 12 de octubre de 2012 se formó el proceso de universalización de la enseñanza con cuatro filiales: Ciencias Médicas, Cultura Física, Ciencias Pedagógicas y la filial del Ministerio de Educación Superior (MES). Hoy es solo la Universidad de Oriente y Ciencias médicas.

Al acercar a la universidad a cada territorio muchas personas no creìan en ese programa de la revolución, deshacer la ya tradicional casa, la unión de todos los cerebros en un solo entorno, concentrar talento profesoral es una tradición añosa. Tratamos de encontrar acierto en una máster y dos doctores de Songo La-Maya.

Dayani Castillo Suñol: Una historia de aprendizaje

“Yo fui de las que se inició como trabajadora social, cuenta la máster Dayanis . Éramos 91 y en estos seis años, ha sido de un cambio profundo”. Maritza Berenguer fue la primera directora, teníamos profesores que uno tiene que reconocer porque aportaron mucho. Fuimos cuatro graduados de sociología, recibimos mucho apoyo en ese tiempo”.

“Permanecí como trabajadora social, Tenía solo 19 años y fui alumna ayudante, luego fui profesora y llevo ya seis años aquí. Me ha  aportado mucho. Ha crecido la sede, luego de la graduación de nosotros llegaron otras, otras filiales, en esta sede también me hice Máster y he pasado varios cursos de postgrado”.

“Nací de la universalización y me debo a ella, aquí imparto docencia a compañeros que iniciaron como yo y quiero que sean profesionales, es una historia de aprendizaje constante”

Dr. Benjamin Emmanuel Pozo de la ciencia a la vida

“La sede universitaria nos dio un apoyo significativo, permitió a través del evento Cultura Rural y Desarrollo Local presentar una experiencia con jóvenes egresados de la enseñanza especial que no se integraban a la sociedad, de ahí desarrollé un proyecto y aplicamos ciencia, había que lograr participación social de esas personas”.

“En julio de este año, hice la defensa de la tesis: Estrategia socioeducativa para la educación ciudadana de jóvenes con retraso mental y fue aprobada la tesis, la cual en este momento y como parte también de esa labor, la estamos implementando en el territorio para alcanzar el desarrollo integral del municipio y eso incluye la participación social de todas las personas”.

“Ahora mismo tenemos un proyecto de cunicultura donde se abrirán ocho plazas de trabajo, para que participen personas necesitadas, vinculamos la ciencia con la vida, tratamos de tener un individuo más participativo y que eso traiga beneficios generales, todo partiendo de la ciencia que nos ha ayudado a entender la universidad”.

Dr. Alberto Diaz Diaz: Un hombre llamado constancia
“Songo -La Maya fue seleccionada dentro de cinco municipios en el país para proyectar una gran estrategia de desarrollo integral, la universidad fue líder, se desarrollaron muchas acciones en el orden de desarrollo económico, de infraestructuras técnicas, en busca de un desarrollo integral hasta el 2030”.

“En el 2010, luego de un largo periodo de trabajo e investigación defendí la tesis doctoral en ciencias pedagógicas la cual trataba sobre las tareas integradoras, su diseño, el redimensionamiento del trabajo metodológico en las secundarias básicas; a partir de ella se han defendido, con los resultados teóricos y prácticos más de cincuenta tesis de maestrías. Eso demuestra cuánta investigación se genera a partir de un trabajo y lo que nos deja la universidad”.

Hablar con tres o cuatro másters y doctores no nos salva de alguna duda, pero ver a estos hombres y mujeres hacer y aplicar la ciencia, cambiar sus vidas es digno de resaltar. Los Doctores Benjamín Emmanuel Pozo y Alberto Diaz Diaz, cada domingo aglutinan a su alrededor una serie de profesionales de varias ramas para analizar su entorno, aplicar la ciencia que han aprendido en sus estudios y aportar al desarrollo local.

Quizás a algunos le parezca una tozudez permanecer en su tierra, con profesores formados aquí, estar lejos del pensamiento desarrollado en el seno de las grandes universidades, pero lo cierto es que estos profesionales no han pensado asentarse en las urbes, buscar los grandes espacios, han preferido su propio lugar de vida, su municipio para aplicar el conocimiento, para eso también ha servido este modo nuevo de hacer universidad en Cuba.

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