Plaza de la revolución

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lunes, 28 de agosto de 2017

Cuba y su retirada de la OEA

Por Armando Fernández Martí

Santiago de Cuba, 28 ago.— “Me voy con el pueblo, y con mi pueblo se van de aquí los pueblos de Hispanoamérica”. Esas históricas palabras fueron pronunciadas hace hoy 57 años, cuando en la noche del 28 de agosto de 1960, el Canciller cubano Raúl Roa García, anunció la retirada de la delegación de la isla de la Séptima Reunión de Consultas de Ministros de Relaciones Exteriores de la Organización de Estados Americanos, OEA, que se celebraba en San José, Costa Rica.

Esta reunión había sido convocada para celebrarse entre el 22 y 29 de agosto de 1960, a solicitud del gobierno servil de Perú, ante las presiones ejercidas por el gobierno de Estados Unidos, encabezado por el entonces Presidente Dwight Eisenhower, furibundo enemigo de Cuba y su Revolución, con el claro propósito de que los países latinoamericanos lo apoyaran en su política agresiva contra la isla, incluyendo la agresión militar.

Ya días antes de la Reunión de Cancilleres, el Primer Ministro Cubano, Comandante en Jefe Fidel Castro, había desenmascarado esta maniobra norteamericana con el concurso de la OEA, que no había hecho nada mientras la isla era objeto de numerosas agresiones sobre lo cual advirtió: “Si los yanquis intentan destruir la Revolución Cubana por la fuerza no encontrarán aquí su Guatemala, sino que encontrarán aquí su Waterloo.

En la Séptima Reunión de Consultas de los Cancilleres de América, Cuba de acusada se convirtió en acusadora, cuando el jueves 25 de agosto al asumir su turno ante el plenario el titular del exterior de la mayor de Las Antillas, Raúl Roa,  denunció las maniobras intervencionistas del Gobierno de Estados Unidos expresando: “Cuba no ha venido a San José como reo sino como fiscal y está aquí para lanzar de viva voz, sin miedo, su yo acuso implacable contra la más rica, poderosa y agresiva potencia capitalista del mundo”.

El Canciller de la Dignidad, Raúl Roa concluyó su intervención destacando: “Nuestra Revolución es tan cubana como la Sierra Maestra, tan americana como Los Andes y tan universal como los cimeros valores humanos que encarna, porque se gestó durante un siglo, en las entrañas mismas del pueblo cubano”.

Hecho destacable en esta reunión fue la digna actitud del Canciller del Perú Raúl Porrás y el de Venezuela, Ignacio Luis Arcaya, que contrario a lo ordenado por sus gobiernos apoyaron a Cuba y ambos renunciaron a sus cargos, para hacer realidad lo dicho por José Martí: “Cuando hay hombres sin decoro, hay otros que llevan en sí la dignidad y decoro de otros”.

En la noche del 28 de agosto de 1960 en San José, Costa Rica, al retirarse de la Séptima Reunión de Consultas de los Cancilleres de la OEA, el titular del exterior cubano Raúl Roa, el público presente en el lugar aplaudió de pie gritando la consigna Patria o Muerte y entonando las notas del Himno Nacional, recibiendo iguales muestras de cariño en las calles y al llegar al lugar donde se alojaba la delegación de la isla.

Por esos días en Cuba, el pueblo repetía la consigna: “Con la OEA o sin la OEA, ganaremos la pelea”, y el 29 de agosto el Comandante en Jefe Fidel Castro convocaba al pueblo habanero a una asamblea general para el 2 de septiembre en la entonces Plaza Cívica, para dar digna respuesta a la Declaración de San José, que atentaba contra la soberanía e independencia en Cuba.

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