Santiago de Cuba, 28 ago.— La Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) La Calabaza, de Segundo Frente, en Santiago de Cuba, aplica la ciencia y la técnica en el programa de desarrollo cafetalero hasta 2020 para rehabilitar las áreas de ese renglón y aumentar su producción.
Perteneciente al Consejo Popular San
Benito, la UBPC alcanzó en la pasada cosecha más de siete mil 200 latas
del grano, muestra de la recuperación del cultivo y la asesoría de la
Estación Experimental de Café, ubicada en la localidad montañosa de
Tercer Frente.
Felipe Martínez, director del centro científico, dijo que las investigaciones buscan variedades de café productivas y resistentes al cambio climático y a las enfermedades, lo cual es un significativo aporte al rescate del cerezo, demandado por la economía cubana.
Sustituir el empleo de semillas en la producción de posturas por la utilización de una estaca de la variedad Arábigo, injertado al clon de la especie Robusta, permite tolerancia a los nemátodos, un follaje vigoroso y fértil de Arábigo con granos grandes para la exportación y un volumen mayor para el consumo interno.
Varias provincias lo emplean con 200 hectáreas sembradas, mientras la UBPC La Calabaza mantiene rendimientos estables en quintales de café Oro por hectárea, en condiciones de secano en un suelo irregular, concluyó Martínez.
María Esther Padilla, administradora de la UBPC, reconoce que las investigaciones son decisivas y permiten el renacer de los viveros, con un elevado porcentaje de supervivencia de las plantas, a las cuales dedican 111 hectáreas, de las 173 existentes en La Calabaza.
También consolidan el Centro de propagación vegetativa por esquejes e injertos para dar vitalidad a 25 mil posturas de café, de estas 15 mil por esquejes, tecnología que asegura una planta resistente y de más rendimientos.
Allí laboran cinco mujeres encabezadas por Yaneysi Velázquez, quien considera las manos de las féminas las mejores para atender y hacer revivir los viveros, además de alcanzar altos niveles de longevidad en las plantaciones.
Esa UBPC cuenta con 63 cooperativistas, de ellos 22 son mujeres, que emplean arrias de mulos para el traslado de la cosecha en las empinadas e intrincadas lomas.
Felipe Martínez, director del centro científico, dijo que las investigaciones buscan variedades de café productivas y resistentes al cambio climático y a las enfermedades, lo cual es un significativo aporte al rescate del cerezo, demandado por la economía cubana.
Sustituir el empleo de semillas en la producción de posturas por la utilización de una estaca de la variedad Arábigo, injertado al clon de la especie Robusta, permite tolerancia a los nemátodos, un follaje vigoroso y fértil de Arábigo con granos grandes para la exportación y un volumen mayor para el consumo interno.
Varias provincias lo emplean con 200 hectáreas sembradas, mientras la UBPC La Calabaza mantiene rendimientos estables en quintales de café Oro por hectárea, en condiciones de secano en un suelo irregular, concluyó Martínez.
María Esther Padilla, administradora de la UBPC, reconoce que las investigaciones son decisivas y permiten el renacer de los viveros, con un elevado porcentaje de supervivencia de las plantas, a las cuales dedican 111 hectáreas, de las 173 existentes en La Calabaza.
También consolidan el Centro de propagación vegetativa por esquejes e injertos para dar vitalidad a 25 mil posturas de café, de estas 15 mil por esquejes, tecnología que asegura una planta resistente y de más rendimientos.
Allí laboran cinco mujeres encabezadas por Yaneysi Velázquez, quien considera las manos de las féminas las mejores para atender y hacer revivir los viveros, además de alcanzar altos niveles de longevidad en las plantaciones.
Esa UBPC cuenta con 63 cooperativistas, de ellos 22 son mujeres, que emplean arrias de mulos para el traslado de la cosecha en las empinadas e intrincadas lomas.
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