Plaza de la revolución

Plaza de la revolución
Plaza de la revolución

lunes, 13 de marzo de 2017

60 aniversario del asalto al Palacio Presidencial y la toma de Radio Reloj

Por Armando Fernández Martí 

Santiago de Cuba, 13 mar.— Después del asalto al cuartel Moncada en 1953, y de la salida de Fidel del presidio en 1955, la unidad de todas las fuerzas revolucionarias del país se hacía imprescindible, para la lucha final contra el poder dictatorial imperante.

Esa unidad era vital para que no sucediera lo del 1868, con el Pacto del Zanjón; para que no se escamoteara la victoria como en el 1895; para que no suspiraran por ella los combatientes, como en la lucha contra la dictadura de Machado, antes y después de 1933.

En febrero de 1956 la Federación Estudiantil Universitaria, FEU, crea el Directorio Revolucionario, que sería su organización insurreccional, para la acción necesaria que derrocara a la tiranía batistiana y para el establecimiento de un estado revolucionario.

En agosto de 1956, el presidente de la FEU, y secretario general del Directorio Revolucionario, José Antonio Echeverría, viaja a Méjico y se entrevista con Fidel, para coordinar tales acciones.

Y como parte de esas acciones, el 13 de marzo de 1957, hace 60 años, el Directorio Revolucionario ejecuta el asalto al Palacio Presidencial y la toma de Radio Reloj.

La primera, el asalto a Palacio, la ejecutan medio centenar de jóvenes y combatientes. Fue un ataque por sorpresa a la guarida del tirano que llegó casi hasta el despacho del mismo dictador, pero la resistencia de la guarnición les hizo retroceder haciendo fracasar el empeño.

La toma de Radio Reloj fue encabezada por el propio presidente de la FEU, José Antonio Echeverría, quien leyó una alocución al pueblo de Cuba, hasta que fue cortada la transmisión. Cuando se retiraba de esa misión, el dirigente estudiantil fue abatido por las balas de los esbirros.

El asalto a Palacio y la toma de Radio Reloj, no tuvieron el éxito esperado, pero conmocionaron a los cubanos de entonces y les indicaron que el movimiento estudiantil no estaba ajeno al propósito de establecer en el país la libertad y la justicia social.

En su alocución antes de morir, José Antonio Echeverría dijo: "Si caemos que nuestra sangre señale el camino de la libertad". Hoy el pueblo disfruta a plenitud de esa libertad y la defiende teniendo como ejemplo la sangre derramada por el líder estudiantil y demás mártires, que ofrendaron sus vidas un día como hoy para que la Patria fuera siempre libre e independiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario