Santiago de Cuba, 13 dic.— Dijo el líder legítimo de la revolución cubana que en tiempos difíciles lo primero que había que salvar era la cultura. Siempre visionario Fidel, cuando advirtió que era escudo y espada de la nación el proyecto cultural socialista.
Por eso en este 2016 cuando el
Comandante en Jefe celebró una vida de 90 años, la plaza santiaguera le
dedicó sus principales eventos desde la expresión artística… Con el
Festival del Caribe, la cultura popular tradicional le bautizo cimarrón
mayor, porque representó desde el ejemplo conceptos como la resistencia
en tiempos de colonización global:
“Nos toca preservar lo que Fidel logró
desde el campo de la cultura, ese es uno de los principales méritos de
nuestro país, el haber logrado esa identidad que nos califica como
nación en todo el mundo”, comento Rodulfo Vaillant, Presidente de la
Filial Provincial de la UNEAC.
En el aniversario 30 de la Asociación Hermanos Saiz, los jóvenes le ratificaron como símbolo a seguir y fue Santiago de Cuba una de las principales plazas para el homenaje. El encuentro con los Maestros de Juventudes, acciones como el Payarte, Arte joven a Fidel y el ascenso al Pico Turquino ratificaron que los más nuevos siguen definitivamente las huellas de Fidel:
“El legado de Fidel está en todos los que deciden cambiar el mundo y creo que desde ahora se debe estudiar más a Fidel, no desde lo que está que es en sí importante, más bien a lo que falta por descubrir. Fidel pensó que un mundo mejor es posible y hacia esa meta se debe ir” añadió Aida Barh, reconocida ensayista santiaguera.
El Rumbón Mayor celebró en este julio un año de la declaratoria como Patrimonio Cultural de la Nación y cuando se conmemoró el aniversario 63 del Asalto al Cuartel Moncada se repensó a Fidel porque no se puede hablar de la historia de Cuba sin llegarse a la vida que el Comandante le dedicó a este país:
“Fidel tuvo una vida fiel a sus principios, convirtió a Cuba en una llave para abrir puertas de solidaridad en todo el mundo”, subrayó Enrique Bonne, compositor.
Los artistas e intelectuales cubanos tienen en Fidel un símbolo de lo más progresista desde el pensamiento y la acción. Muestra de esto es la exposición “Hasta siempre” que se exhibe en la galería Rene Valdés Cedeño de la Fundación Caguayo. Fotografías, pinturas y esculturas que llevan la energía del Fidel de Cuba y el mundo.
Salvar la cultura, como advirtió el cimarrón mayor, es una de las misiones que tenemos los agradecidos en lo adelante: “Fidel no es una ausencia, está presente como esa fuerza única que nos da aliento para seguir adelante” concluyó Fatima Paterson, Directora del grupo teatral Macuba.
En el aniversario 30 de la Asociación Hermanos Saiz, los jóvenes le ratificaron como símbolo a seguir y fue Santiago de Cuba una de las principales plazas para el homenaje. El encuentro con los Maestros de Juventudes, acciones como el Payarte, Arte joven a Fidel y el ascenso al Pico Turquino ratificaron que los más nuevos siguen definitivamente las huellas de Fidel:
“El legado de Fidel está en todos los que deciden cambiar el mundo y creo que desde ahora se debe estudiar más a Fidel, no desde lo que está que es en sí importante, más bien a lo que falta por descubrir. Fidel pensó que un mundo mejor es posible y hacia esa meta se debe ir” añadió Aida Barh, reconocida ensayista santiaguera.
El Rumbón Mayor celebró en este julio un año de la declaratoria como Patrimonio Cultural de la Nación y cuando se conmemoró el aniversario 63 del Asalto al Cuartel Moncada se repensó a Fidel porque no se puede hablar de la historia de Cuba sin llegarse a la vida que el Comandante le dedicó a este país:
“Fidel tuvo una vida fiel a sus principios, convirtió a Cuba en una llave para abrir puertas de solidaridad en todo el mundo”, subrayó Enrique Bonne, compositor.
Los artistas e intelectuales cubanos tienen en Fidel un símbolo de lo más progresista desde el pensamiento y la acción. Muestra de esto es la exposición “Hasta siempre” que se exhibe en la galería Rene Valdés Cedeño de la Fundación Caguayo. Fotografías, pinturas y esculturas que llevan la energía del Fidel de Cuba y el mundo.
Salvar la cultura, como advirtió el cimarrón mayor, es una de las misiones que tenemos los agradecidos en lo adelante: “Fidel no es una ausencia, está presente como esa fuerza única que nos da aliento para seguir adelante” concluyó Fatima Paterson, Directora del grupo teatral Macuba.
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