Historias desde Brasil con la Doctora Iraida

Por Rosalina Tamayo Arañó

En comunicación a través de las redes sociales con nuestros colaboradores de la salud conocemos del trabajo que realizan a diario en diferentes partes del mundo.Brasil conoce de la profesionalidad de nuestros galenos y el agradecimiento de su gente se puede palpar en  historias como la que nos cuenta la Doctora palmera Iraida Arañó de la Vega.

La Doctora Iraida que se encuentra en el estado Rondonia, Municipio Rolim de Moura nos comenta que Celía Araujo da Silva, es una paciente de 44 años que el día 20 de agosto del 2014 acude a su consulta por dolor en hipocondrio derecho . Al interrogarla refiere intolerancia a los colecistoquinéticos, náuseas y vómitos en ocasiones. Con antecedentes patológicos personales de Arritmia cardiaca.

Según su relato la doctora cubana nos dice: “Me impresiona una litiasis vesícular y le indico ultrasonido de abdomen que informa: Vesícula biliar  que tiene forma, volumen y contornos normales , paredes midiendo 0.3 mm. Se observa múltiples imágenes hiperecogénicas con sombra acústica posterior, localizadas en el infundíbulo y en el cuerpo .Confirmada mi impresión diagnóstica la encaminé con cirugía general y fue valorada por el cardiólogo”.

El día 2 de junio del 2015 le practican la colecistectomía en el Hospital Regional de Cacoal y unos días después la doctora Iraida le hace una visita donde recibe el agradecimiento de Celía por el certero diagnóstico,  su preocupación   y darle seguimiento a su caso, pero  la brasileña le tenía una sorpresa de recuerdo: le habían extraído 154 piedras o cálculos con un color que asemejaba al oro.

“Nunca había visto nada parecido__nos sigue contando la doctora Iraida __ y por eso lo compartí en una página de Facebook de los colaboradores internacionalistas cubanos donde obtuvo muchos comentarios”

A dos meses de la operación vuelve la doctora Iraida a visitar a Celía que se encuentra en perfecto estado de salud, niega algún tipo de dolor u otros síntomas y reitera la gratitud a esa doctora palmera  que una vez más prestigió a la medicina de la isla poniendo en práctica los conocimientos adquiridos en la escuela médica cubana.

Por último nos dice que la paciente la invita cuando se recupere completamente a que la visite en su centro de trabajo un puesto de comida rápida que se llama “La piedra”, tremenda casualidad...