Plaza de la revolución

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miércoles, 12 de agosto de 2015

Caída de Gerardo Machado


Por Armando Fernández Martí
 
Bajo la certera guía de la Confederación Nacional Obrera de Cuba y se su máximo líder Rubén Martínez Villena, el 12 de agosto de 1933 una Huelga General Revolucionaria provocó el derrocamiento del dictador Gerardo Machado, quien huyó precipitadamente del país en un avión hacia Nassau, en Las Bahamas.

La huelga había comenzado días antes con la paralización del servicio de ómnibus de La Habana extendiéndose progresivamente al resto de los sectores de la economía en la nación, situación que no pudo ser sostenida por el régimen, a pesar de la represión contra los trabajadores y el asesinato de muchos de sus dirigentes, entre ellos Alfredo López, fundador de la Confederación Nacional Obrera.

El General Gerardo Machado había llegado al poder en mayo de 1925 y en una de sus primeras declaraciones manifestó que ninguna huelga duraría en el país más de un cuarto de hora. Sin embargo, ya en 1930 un paro general hizo tambalear su régimen y tres años después la clase obrera lo derrocaba del poder mediante una huelga a pesar del apoyo que le brindaba Estados Unidos.

El gobierno de Machado se había caracterizado fundamentalmente por la entrega de las riquezas nacionales a los intereses norteamericanos, por lo que desde un primer momento le declaró la guerra al movimiento obrero que fue reprimido violentamente durante todo el período de la tiranía, suprimiendo todos sus derechos para mejorar la situación de la clase trabajadora.

Con la ceración en agosto de 1925 de la Confederación Nacional Obrera por primera vez se logró agrupar a los sindicatos en una sola central obrera, lo que posibilitó fortalecer el papel de los trabajadores que hasta ese momento luchaban separadamente por sus reivindicaciones laborales y sociales.

Tras el fracaso de la Huelga de 1930 y de la desaparición de Alfredo López, su máximo dirigente, asumió la dirección de la Confederación Nacional Obrera, el prestigioso líder comunista Rubén Martínez Villena quien a pesar de su delicado estado de salud dedicó sus últimos esfuerzos a organizar el movimiento huelguístico, que el 12 de agosto de 1933, derrocó al dictador Gerardo Machado.

Condujo así a la clase obrera a una resonante victoria que serviría de ejemplo a las generaciones futuras y que reafirma lo dicho por José Martí: “Donde los trabajadores son fuertes, lucharán y vencerán los trabajadores. 82 años después, nadie duda cuantas razones tuvo el Héroe Nacional Cubano.

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