Cerca
de 70 especialistas egresarán de la Escuela Taller de la Restauración
Ugo Luisi, en el aniversario 500 de la villa santiaguera. Por Kenia Tabares Robles
No pudo el
cataclismo de 1932 borrar la magnífica arquitectura del antiguo Club
San Carlos, y mucho menos privar a los santiagueros de su interesante
historia; pues este fue el primer inmueble de la ciudad en enarbolar la
bandera cubana, en 1899.
El Club San Carlos, ubicado en el
epicentro fundacional de la villa, (en la calle General Lacret (San
Pedro), entre Aguilera (Marina) y Heredia (Catedral)), tomó el nombre
acorde a sus funciones e incrementó su membresía con lo mejor de la
sociedad comercial e intelectual de la ciudad.
Varias funciones ha tenido este inmueble en el transcurso del tiempo. En la década del 70 su segundo nivel fue utilizado como Palacio de los Matrimonios, y el primero como oficinas de Cubana de Aviación y Galería de Arte Oriente.
En los años 80, radicaron en la planta superior la Casa de Cultura Municipal y la Sala de conciertos Esteban Salas.
Cuando a medio siglo de su fundación la villa se engalana, resplandece en manos de restauradores gran parte de los atributos estéticos que el arquitecto Carlos Segrera proveyó a la fisonomía de este magnífico inmueble.
Actualmente…
Más de 300 piezas decorativas cubren los 300 metros cuadrados del falso techo del Salón Principal del antiguo Club San Carlos, actualmente sede de la Sala de Artes Decorativas del Museo Emilio Bacardí Moreau.
Detalle a detalle noveles restauradores moldean el yeso, uno de los materiales más antiguos utilizados en la construcción. A su interés por el oficio suman destreza, y la virtud del artista que comunica sus sentimientos con el buen uso de la técnica.
“La restauración requiere de mucha paciencia, amor y concentración”, dijo Yamilia Sanz Pérez, una de las estudiantes de segundo año de albañilería decorado. “Hay que ponerle mucho sentimiento para lograr que piezas deshechas vuelvan a tomar vida”, agregó.
Luego de una profunda investigación, la especialidad de albañilería decorado asumió la restauración de este abrupto relieve, complejo en su fundición, hechura y colocación.
Varias funciones ha tenido este inmueble en el transcurso del tiempo. En la década del 70 su segundo nivel fue utilizado como Palacio de los Matrimonios, y el primero como oficinas de Cubana de Aviación y Galería de Arte Oriente.
En los años 80, radicaron en la planta superior la Casa de Cultura Municipal y la Sala de conciertos Esteban Salas.
Cuando a medio siglo de su fundación la villa se engalana, resplandece en manos de restauradores gran parte de los atributos estéticos que el arquitecto Carlos Segrera proveyó a la fisonomía de este magnífico inmueble.
Actualmente…
Más de 300 piezas decorativas cubren los 300 metros cuadrados del falso techo del Salón Principal del antiguo Club San Carlos, actualmente sede de la Sala de Artes Decorativas del Museo Emilio Bacardí Moreau.
Detalle a detalle noveles restauradores moldean el yeso, uno de los materiales más antiguos utilizados en la construcción. A su interés por el oficio suman destreza, y la virtud del artista que comunica sus sentimientos con el buen uso de la técnica.
“La restauración requiere de mucha paciencia, amor y concentración”, dijo Yamilia Sanz Pérez, una de las estudiantes de segundo año de albañilería decorado. “Hay que ponerle mucho sentimiento para lograr que piezas deshechas vuelvan a tomar vida”, agregó.
Luego de una profunda investigación, la especialidad de albañilería decorado asumió la restauración de este abrupto relieve, complejo en su fundición, hechura y colocación.
Participar en la conservación de
antiguas edificaciones, permite a casi 70 jóvenes salir mejor preparados
de la Escuela Taller de la Restauración Ugo Luisi.
“Gracias a mis profesores he aprendido este difícil arte”, comentó el también estudiante Elicennis Urgellés Nápoles, quien reconoció que la cooperación entre todos sus compañeros ha sido fundamental para ver los resultados que ahora tenemos”.
La graduación del 500 aniversario dará a Santiago de Cuba verdaderos especialistas, que podrán participar en la restauración de obras tan complejas como la Sala de Artes Decorativas, o en otras que necesite la ciudad, dijo Osvaldo Pérez Bell, profesor de albañilería decorado.
La restauración del otrora Club San Carlos reivindica la estirpe fundacional de la Plaza de Armas (Parque Céspedes); y también marca la vida de quienes le devuelven su vitalidad medio siglo después.
“Gracias a mis profesores he aprendido este difícil arte”, comentó el también estudiante Elicennis Urgellés Nápoles, quien reconoció que la cooperación entre todos sus compañeros ha sido fundamental para ver los resultados que ahora tenemos”.
La graduación del 500 aniversario dará a Santiago de Cuba verdaderos especialistas, que podrán participar en la restauración de obras tan complejas como la Sala de Artes Decorativas, o en otras que necesite la ciudad, dijo Osvaldo Pérez Bell, profesor de albañilería decorado.
La restauración del otrora Club San Carlos reivindica la estirpe fundacional de la Plaza de Armas (Parque Céspedes); y también marca la vida de quienes le devuelven su vitalidad medio siglo después.
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