Plaza de la revolución

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viernes, 8 de mayo de 2015

Santiago de Cuba con rostro de mujer


Casa Los MaceoPor Dayron Chang Arranz

Santiago de Cuba, 8 may.— En el primer cuarto de la casa de Providencia le nació a Mariana Grajales su hijo Antonio Maceo. Uno de los tantos descendientes que la Madre de la Patria consagró a la causa cubana. También entre estas mismas paredes ahuecadas se ocultaron en la etapa republicana los volantes comunistas preparados por Felicita Maceo.

El linaje estaba marcado y hasta sus mujeres llevaban esa estirpe de león y de leona.

Felicita Maceo Núñez, Amalia Palacio, su hija, Melba Caballer, su cuñada; todas ellas participaron en las luchas durante la dictadura de Machado y de Batista. Eran miembros del Partido Comunista y se destacaron en estas actividades. Incluso Luz Divina Palacios, hija de Felicita, participó en el Congreso Femenino a finales de la década del 40.

De esa estirpe fueron también Dominga Moncada, María Cabrales y algunas patriotas que vivieron en el anonimato como Concepción Yaner. Esta mujer se destacó por sus actividades de inteligencia durante las guerras independentistas hasta ser detenida y deportada.

Otras mujeres despuntarían durante el periodo republicano en las luchas por las reivindicaciones femeninas.

Encontramos a Mari Blancas Sabá Alomá, una mujer prominente del periodo que estuviera presente en congresos. También Emma Rosa Chui, Isabel Rielo y Gloria Cuadras.

Cassa de Vilma EspínLa casona de San Gerónimo 472 ya está acostumbrada al trasiego constante. Cada resquicio de su memoria nos devuelve a Vilma Lucila. A veces, junto a sus hermanos, recorriendo los muebles de la casa sin tocar el piso, mientras Margarita la madre se mantiene sobresaltada. Otras un poco más introspectiva leyendo recostada de la fuente y los helechos.

No es tarde de domingo, pero el inmueble se llena de amigos y universitarios de Ingeniería Química. Podría ser para descubrir junto a la heroína cómo embotellar el pru, para hablar de voleibol o de trigonometría analítica y hasta con la intención clandestina de encontrar los volantes escondidos en los tocadores del primer cuarto.

Esas facetas de Vilma fueron solo la génesis de una luchadora que planeó estrategias junto a Frank País, caminó la Sierra Maestra con Fidel y luego organizó a las féminas cubanas.

La mujer santiaguera es algo de lo real maravilloso de una villa con cinco siglos en el corazón de Cuba.

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