Por Dayron Chang ArranzSantiago de Cuba, 7 may.— Un nuevo material titulado Santiago Monumental prepara la Oficina de Conservador de la ciudad como homenaje al medio milenio de la fundación de la villa.
Al parecer, refirió su principal gestor
Omar López, no es un libro de grandes pretensiones científicas. “En una
ocasión hicimos uno llamado Arpa de troncos vivos por el 485 aniversario
de la urbe y este, abunda el arquitecto tiene empeños similares.”
Aquella, recuerdan algunos, fue una publicación para que el que quisiera conocer profundamente de Santiago de Cuba y en breve tiempo, lo leyera y comprendiera. Para lograr tal objetivo se apoyaba en muchas imágenes y textos informativos y sólidos que le calzaban.
Así va ser este nuevo texto, explico Omar, “un álbum fotográfico de la ciudad pero de aquellos lugares donde se concentra el valor monumental, arquitectónico, histórico, urbanístico, paisajístico, cultural de Santiago de Cuba. Lo que más identifica lo santiaguero estará plasmado ahí para que quede como una muestra de la villa con medio milenio. ”No será difícil entonces visualizar el complejo monumental 26 de julio, el Morro, la Isabelica, el paisaje asociativo del Cobre, el casco histórico y otros rincones emblemáticos que forman parte de nuestra historia.
El otro es mas pretensioso, asegura su autor. Está aún en el tintero y buscará reflejar lo que hemos logrado alcanzar luego de muchos años de investigaciones sobre el desarrollo urbanístico y arquitectónico de Santiago de Cuba.
Aunque existen ya varios intentos por mostrar este quehacer como por ejemplo la Guía de Arquitectura del Oriente cubano y diversos estudios efectuados por prestigiosos investigadores son estos en su esencia parciales o de etapas concretas.
Nosotros queremos explicar, comenta Omar, con un sentido más hondo, esa evolución general, para que así las personas puedan en un momento dado entender cuáles fueron las motivaciones y resultados del avance urbano y arquitectónico de la ciudad en sus cinco primeros siglos de existencia.
“Creo que he trabajado lo suficiente en materia científica como para que eso llegue y utilicen otras generaciones de arquitectos, historiadores del arte”, asegura el entrevistado. “Me he propuesto que ese legado quede. Yo estoy seguro que Prats por ejemplo hubiera podido escribir mucho más, aunque sigo pensando que El prebarroco en Cuba es una obra no superada.
Aun así también creo que él llegó a conocer tanto a Santiago de Cuba que podía haber escrito mucho más sobre ella. Las obligaciones no se lo permitieron.
Quizás él hubiese querido dejarlo expreso. ”Bajo esa premisa Omar pretende convertir en su legado este texto que aun sin nombre y con cuartillas por llenar mostrará el alma de una ciudad que a diario se regenera, late.
Aquella, recuerdan algunos, fue una publicación para que el que quisiera conocer profundamente de Santiago de Cuba y en breve tiempo, lo leyera y comprendiera. Para lograr tal objetivo se apoyaba en muchas imágenes y textos informativos y sólidos que le calzaban.
Así va ser este nuevo texto, explico Omar, “un álbum fotográfico de la ciudad pero de aquellos lugares donde se concentra el valor monumental, arquitectónico, histórico, urbanístico, paisajístico, cultural de Santiago de Cuba. Lo que más identifica lo santiaguero estará plasmado ahí para que quede como una muestra de la villa con medio milenio. ”No será difícil entonces visualizar el complejo monumental 26 de julio, el Morro, la Isabelica, el paisaje asociativo del Cobre, el casco histórico y otros rincones emblemáticos que forman parte de nuestra historia.
El otro es mas pretensioso, asegura su autor. Está aún en el tintero y buscará reflejar lo que hemos logrado alcanzar luego de muchos años de investigaciones sobre el desarrollo urbanístico y arquitectónico de Santiago de Cuba.
Aunque existen ya varios intentos por mostrar este quehacer como por ejemplo la Guía de Arquitectura del Oriente cubano y diversos estudios efectuados por prestigiosos investigadores son estos en su esencia parciales o de etapas concretas.
Nosotros queremos explicar, comenta Omar, con un sentido más hondo, esa evolución general, para que así las personas puedan en un momento dado entender cuáles fueron las motivaciones y resultados del avance urbano y arquitectónico de la ciudad en sus cinco primeros siglos de existencia.
“Creo que he trabajado lo suficiente en materia científica como para que eso llegue y utilicen otras generaciones de arquitectos, historiadores del arte”, asegura el entrevistado. “Me he propuesto que ese legado quede. Yo estoy seguro que Prats por ejemplo hubiera podido escribir mucho más, aunque sigo pensando que El prebarroco en Cuba es una obra no superada.
Aun así también creo que él llegó a conocer tanto a Santiago de Cuba que podía haber escrito mucho más sobre ella. Las obligaciones no se lo permitieron.
Quizás él hubiese querido dejarlo expreso. ”Bajo esa premisa Omar pretende convertir en su legado este texto que aun sin nombre y con cuartillas por llenar mostrará el alma de una ciudad que a diario se regenera, late.
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