Por José Raúl Castillo ArgüellesSantiago de Cuba, 6 abr.— Sin lugar a dudas el saldo del play-off final de la 54 Serie Nacional de Béisbol va resultando favorable a los Piratas de la Isla de la Juventud porque la división de honores en el estadio José Ramón Cepero de la capital avileña les permite concretar en su propio terreno del Cristóbal Labra las tres victorias que necesitan o acaso retornar a la tierra de la piña con un balance favorable, tal como lo hicieran ante los Cocodrilos de Matanzas, y materializar el triunfo final en calidad de visitantes.
El ardiente respaldo de su público, un
tradicional desempeño muy favorable en su patio y al mismo tiempo el
saber que las huestes de Roger Machado no las han tenido todas consigo
cuando juegan en plaza ajena (average de 417 en la etapa clasificatoria y
algo mejor en la segunda etapa,571) son acicate para trepar a la cumbre
y rematar lo que desde ya es una actuación histórica del conjunto
pinero.
Sin embargo estamos hablando apenas de una posibilidad porque en la acera opuesta están los infatigables Tigres de Ciego de Ávila que pondrán todo su empeño en contrariar los planes de sus adversarios e inclinar la balanza a su favor –la barrida en Nueva Gerona parecería una meta muy subjetiva- y retornar a sus predios para conseguir la corona ante sus febriles partidarios.
Ciertamente si los Tigres llegan con ventaja al José Ramón Cepero las posibilidades de victoria entonces estarían totalmente de su parte por idénticas razones: jugar en casa, contar con el trepidante respaldo de sus parciales y, por añadidura, tomar en cuenta que los Piratas tuvieron una catastrófica actuación fuera de sus mares en la segunda etapa, como lo ilustra el hecho de que jugaron para apenas 286, es decir ganaron 6 y perdieron 15.
Los juegos que restan prometen una recia lucha de ambos contendientes y configuran un panorama lleno de emociones que no dejará resquicio alguno para que se filtren las nostalgias ante la ausencia de los denominados equipos ¨grandes¨ de nuestro pasatiempo nacional.
Dos baluartes del pitcheo asumirán la tarea de colocar delante a sus estandartes en la porfía por el título, el tunero Yoalkis Cruz –refuerzo de los Piratas- quien en la etapa semifinal, pese a no lograr triunfos, tuvo dos salidas como abridor en las que trabajó para 2.45 de efectividad y Yander Guevara que tuvo dos aperturas, completó una, se apuntó una victoria y logró impresionante efectividad de 1.20.
Luego todos los ingredientes están sobre la mesa y sólo resta esperar la voz de play ball a la 1.30 de esta tarde para comenzar a deleitarnos con un nuevo episodio de la gran batalla entre Piratas y Tigres en medio del afán compartido: proclamarse monarcas del beisbol cubano.
Sin embargo estamos hablando apenas de una posibilidad porque en la acera opuesta están los infatigables Tigres de Ciego de Ávila que pondrán todo su empeño en contrariar los planes de sus adversarios e inclinar la balanza a su favor –la barrida en Nueva Gerona parecería una meta muy subjetiva- y retornar a sus predios para conseguir la corona ante sus febriles partidarios.
Ciertamente si los Tigres llegan con ventaja al José Ramón Cepero las posibilidades de victoria entonces estarían totalmente de su parte por idénticas razones: jugar en casa, contar con el trepidante respaldo de sus parciales y, por añadidura, tomar en cuenta que los Piratas tuvieron una catastrófica actuación fuera de sus mares en la segunda etapa, como lo ilustra el hecho de que jugaron para apenas 286, es decir ganaron 6 y perdieron 15.
Los juegos que restan prometen una recia lucha de ambos contendientes y configuran un panorama lleno de emociones que no dejará resquicio alguno para que se filtren las nostalgias ante la ausencia de los denominados equipos ¨grandes¨ de nuestro pasatiempo nacional.
Dos baluartes del pitcheo asumirán la tarea de colocar delante a sus estandartes en la porfía por el título, el tunero Yoalkis Cruz –refuerzo de los Piratas- quien en la etapa semifinal, pese a no lograr triunfos, tuvo dos salidas como abridor en las que trabajó para 2.45 de efectividad y Yander Guevara que tuvo dos aperturas, completó una, se apuntó una victoria y logró impresionante efectividad de 1.20.
Luego todos los ingredientes están sobre la mesa y sólo resta esperar la voz de play ball a la 1.30 de esta tarde para comenzar a deleitarnos con un nuevo episodio de la gran batalla entre Piratas y Tigres en medio del afán compartido: proclamarse monarcas del beisbol cubano.
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