Por Armando Fernández MartíSantiago de Cuba, 19 feb.— Hoy se cumplen 52 años de la muerte de Benny Moré, quien con gran acierto ha sido considerado como el más popular de los artistas cubanos de todos los tiempos y muestra de ello es, que a pesar del tiempo transcurrido desde aquel 19 de febrero de 1963 hasta nuestros días jamás su pueblo lo ha olvidado y sigue entre nosotros como si estuviera vivo, incluso entre las generaciones que no le conocieron.
Pero Benny Moré también tuvo grandes amigos en las barriadas santiagueras más humildes, como en Los Hoyos, Trocha, Chicharrones y San Agustín, entre otras, y en sus bodegas y bares compartía los cuarticos de Palmita o Paticruzado, los tones más baratos de entonces, pero también los mejores para él.
Puede decirse que era extraño que el Bárbaro del Ritmo dejara de asistir a un carnaval santiaguero y reunió multitudes en Martí y San Pedro, Trocha y Calle 3, Santa Úrsula y otros sitios más vinculados a los festejos y otros sitios más vinculados a los festejos, donde el pueblo acudía a disfrutar de su arte con sus magníficas interpretaciones del son, el mambo, la guaracha y los boleros.
Poco antes de su muerte el Benny cantó para los estudiantes santiagueros en la Cancha de ese alto centro docente, donde la juventud le demostró que también entre ellos era un ídolo, porque más que todo él era la encarnación viva de la cultura cubana, más allá de cualquier tiempo.
Señala el periodista Armando Fernández Martí que la muerte de Benny Moré el 19 de febrero de 1953 conmocionó a los santiagueros como a todo el pueblo de Cuba, porque ese día perdimos físicamente a un gran amigo, que quiso a esta ciudad como a la suya propia, dejándole una de sus inspiraciones: “Santiago de Cuba que linda eres…”, que los hijos de esta indómita ciudad le agradecen infinitamente y lo hacen como el Bárbaro del Ritmo merece: no olvidándolo jamás.
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