Plaza de la revolución

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jueves, 30 de octubre de 2014

Valores. ¿crearlos o fomentarlos?


Valores. ¿crearlos o fomentarlos?Por Noris Rosado Figueredo

Santiago de Cuba, 30 oct.— Casi todos los días y cualquier hora, la palabra de orden  que más se oye  en la calle, la escuela y demás sitios,  es la de valores, esa que debe estar antecedida por educación. La educación que comienza en la cuna y termina en la tumba.

Hace poco escuché decir a una señora que no se pierde lo que no se tiene y en parte, le di la razón.

Es cierto que existen hogares, donde a pesar de la mucha instrucción, la educación anda por el piso. Pupulan las llamadas malas palabras, que en muchos casos, es una gracia cuando la pronuncia un niño o una niña. Otras veces, mamá, papá, tíos y abuelos, se las repiten a los bebés, para que aprendan a hablar pronto. ¡qué pena!.

Con tantas palabras bonitas y correctas como existen para enseñar a hablar a los niños. Igualmente hay, o había lindas canciones para arrullar a los pequeños. Digo había, porque en la actualidad, muchos niños y adolescentes desconocen esas canciones.

En mis tiempos de niña, adolescente y juventud, esas malas palabras, no se permitían, ni siquiera los mayores se atrevían a decirlas, por considerarlas una falta de respeto a los demás.

En mis tiempos, había poca instrucción, pero mucha sí mucha educación. Había que pedir la bendición a todos los mayores de la casa al acostarse y al levantarse, dar los buenos días, las buenas tardes y las buenas noches a todos en la casa, de lo contrario, venía el regaño, el castigo y muchas veces algo más.

En mi opinión, eso era educar; sin contar que en las escuelas había además, que cumplir las otras reglas de educación: saludar, dar las gracias, pedir permiso y si el maestro te llamaba la atención, no era permitido replicar y muchos menos, dar una mala contesta, pues este se consideraba como el segundo padre o madre de los alumnos.

Hoy todo es diferente. En ocasiones ni los mayores saludan ni piden permiso ni dan las gracias, aunque se haga un acto de buena fe con ellos.

Opiné sobre el hogar y la escuela, pero faltó la comunidad, esa donde sí se necesita hacer una labor educativa fuerte. Aquí están los padres, los maestros, que son vecinos y las organizaciones de masas, dígase Comité de Defensa de la Revolución, Federación de Mujeres Cubanas, la Asociación de Agricultores Pequeños y otras, que pueden hacer mucho. Primero, sembrar amor y solidaridad y sobre esa  base, sembrar valores y fomentarlos.

Los cubanos siempre se han caracterizado por ser buenas personas, cariñosos, alegres, solidarios, por tanto, ahora la tarea es sumarle los valores que caracterizaron a nuestros patriotas, a nuestros héroes.

Lograr la honestidad, la decencia, la fidelidad, y junto con todas estas cualidades, lograr una verdadera educación de nuestros hijos, para no tener que oir eso, de que no se pierde lo que no se tiene, porque sí hemos tenido valores.

Acabar con la chabacanería, el mal trato, las indisciplinas, esto también es hacer Revolución.

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