Plaza de la revolución

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martes, 11 de febrero de 2014

Una decisión audaz de la Revolución: Retirar misiones militares norteamericanas

Por Armando Fernández Martí

Santiago de Cuba, 11 feb.— El 11 de febrero de 1959, hace hoy 55 años, el Gobierno Revolucionario de Cuba en uso de sus facultades soberanas solicitó a la Embajada de Estados Unidos el retiro de las tres misiones militares radicadas en el país, por considerarlas inoperantes en la nueva situación revolucionaria de la nación.

Ese propósito había sido planteado por el Comandante en Jefe del Ejército Rebelde a su llegada a La Habana, el 8 de enero de 1959 y ratificado un día después en una conferencia televisada, donde el líder revolucionario señaló: “esas misiones han estado entrenando a los soldados que han estado combatiendo contra nosotros durante dos años y además, ¿Para qué ha servido la misión militar? ¿Para qué los soldados pierdan la guerra?

Con esa audaz decisión del Gobierno Revolucionario de Cuba se ponía fin a 60 años de ingerencia militar norteamericana en la isla, que se inició en el mes de julio de 1898 cuando las tropas estadounidenses desembarcaron por playas cubanas, dando inicio así a una intervención militar que se extendió hasta la proclamación de la República en 1902.

No obstante Estados Unidos aseguró mantener su presencia militar en Cuba mediante la Enmienda Platt, un apéndice colgado a la Constitución de la isla que autorizaba intervenir nuevamente en la nación caribeña cuando lo estimase conveniente, y al abolirse dicha enmienda en 1934, estableció varios tratados que le permitían colaborar militarmente con el país, como fueron La Junta Interamericana de Defensa, el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca y el Convenio Bilateral de Ayuda Mutua, entre otros.

Sin embargo, fue durante la dictadura de Fulgencio Batista, entre 1952 y 1958, que el estrechó, aún más la colaboración militar de Estados Unidos con Cuba recibiendo en ese período armas y equipamientos valorados en más de 16 millones de dólares, en tanto que 500 oficiales del ejército del tirano fueron entrenados en bases norteamericanas.

En 1958 debido a la situación política existente en Cuba y el carácter antipopular del tirano Batista, Estados Unidos decretó un embargo de armas a la nación caribeña, aunque de forma clandestina siguió enviando algunos suministros militares que no pudieron evitar la debacle de la dictadura hacia finales de ese año.

Con esos antecedentes de colaboración militar entre Estados Unidos y Cuba era obvio que la Revolución a su triunfo, considerara el retiro de las misiones militares de la isla, medida tomada por el Gobierno Revolucionario a partir del 11 de febrero de 1959, hace hoy 55 años.

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