Plaza de la revolución

Plaza de la revolución
Plaza de la revolución

martes, 23 de julio de 2013

La bravura de la santiaguera Gloria Cuadras

Por Aída Quintero Dip

Santiago de Cuba no olvida la gallarda actitud de la combatiente revolucionaria Gloria Cuadras de la Cruz, especialmente aquel 31 de julio de 1957 cuando, a la cabeza de una nutrida representación de mujeres, enfrentó a los esbirros batistianos en el Parque Céspedes, de la ciudad, e increpó al asesino Salas Cañizares.
  
Ella tuvo la osadía de golpear al verdugo, demostrando la rebeldía de su pueblo por el vil crimen del destacado líder Frank País y su compañero de lucha Raúl Pujol.
  
Bastaría ese hecho para encumbrarla, pero Gloria hizo mucho más por la libertad de Cuba desde esa urbe de sus sueños e ideales, que conoció de su bravura y pasos sigilosos en tiempos de clandestinaje, y de su ardor patriótico y laboriosidad en la Revolución en el poder.
  
Se ganó un espacio en el corazón de Santiago de Cuba, donde señoreó el heroísmo como lo más natural del mundo, en tiempos en que los combatientes y el pueblo latían al compás de una localidad convulsa, rebelde y donde el olor a pólvora contagiaba el ambiente.
  
Junto a Frank, Haydée Santamaría, Vilma Espín, Armando Hart, Pepito Tey, Tony  Alomá y Otto Parellada, tuvo un rol protagónico en el levantamiento armado del 30 de noviembre de 1956.
  
Gloria Cuadras, quien este 18 de julio cumpliría 102 años,  devino el enlace entre esa generación y la precedente. Su lucha comenzó antes de la tiranía de Gerardo Machado; cuando el  "Asno con garras" implantó el terror esta santiaguera era una luchadora experimentada, como compañera de avatares de Antonio Guiteras.
  
Era de convicciones tan sólidas e ímpetu poco común que cuando se frustró la revolución del 30 no desmayó ni un ápice, se enroló entonces para apoyar a Eduardo Chibás. Con la muerte del hombre de la "vergüenza contra el dinero", el Partido Ortodoxo va a la quiebra, pero ella busca nuevos derroteros y los encuentra en los jóvenes de la Generación del Centenario que atacaron al Moncada.
  
Con la epopeya de 1953 se definió su consagración a Fidel y al 26 de Julio, como una de las organizadoras del Movimiento y responsable de Propaganda en Santiago de Cuba, testigo de sus hazañas con las armas y la pluma como artífice en la fundación del periódico Sierra Maestra en la clandestinidad y de un espacio en la radio local llamado Cuba Libre, donde fustigaba al gobierno en su condición de extraordinaria agitadora.
  
De su decisiva colaboración con la gesta moncadista, dijo una vez Melba Hernández: "Ellos cuidaron de nuestros gloriosos cadáveres hasta dejarlos  depositados en Santa Ifigenia y siempre nos mandaron mensajes de que estaban bien cuidados y de que se les ponía flores. Siempre muy cerca de nosotros el pueblo de Santiago de Cuba y muy especial el caso ejemplar de esa luchadora que se llamó Gloria Cuadras".
  
Lo más importante de su vida y obra es la vigencia de su acción y pensamiento, sobre todo en los trabajadores de la prensa que hacen realidad el legado de esta combatiente que encarnó como pocos la concepción martiana de que el periodista tiene tanto de soldado.
  
Varios santiagueros que atesoran el Premio Periodístico Gloria Cuadras de la Cruz como reconocimiento a su fidelidad y profesionalidad en el oficio, coinciden en que la impronta de esta mujer los  guía en el afán de hacer un mejor periodismo, más comprometido en el camino de perfeccionar la sociedad cubana. (Por Aída Quintero Dip, AIN)

   

No hay comentarios:

Publicar un comentario