Autor: Margarita Piedra Cesar
Dijo el Héroe Nacional cubano José Martí que “Cuando la mujer culta y
virtuosa unge la obra con la miel de su cariño la obra es invencible”
Y
los cubanos sabemos bien que lo dicho por el Apóstol es cierto, porque
el nombre de la mujer es imposible apartarlo de nuestra historia de ayer
y de hoy, y de esa gigantesca obra que hemos construido durante casi
una centuria y media y que se traduce en las dos cosas más preciadas que
tiene el ser humano: Patria y Libertad.
Miremos unos instantes
atrás y podremos ver a Carlos Manuel de Céspedes e Ignacio Agramonte
acompañados por sus esposas Ana de Quesada y Amalia Simoni en los campos
insurrectos. Ahí está la gloriosa Mariana, madre de los Maceo
entregándole a Cuba a su esposo Marcos y su numerosa prole y alzando con
ella el machete redentor.
Escuchemos a la patrita camagüeyana
Ana Betancourt en la Asamblea de Guáimaro clamando por la liberación de
la mujer y para que esta fuera sacada del oscuro rincón donde yacía. Y
que decir de Manana, la esposa de Máximo Gómez que tuvo sus hijos en la
manigua o de María Cabrales que curaba las heridas del Titán de Bronce y
no quería llantos a su alrededor.
Más acá en el tiempo está el
ejemplo de Tina Modotti la fiel amante de Julio Antonio Mella y su
inseparable compañera de luchas, que lo vio morir en sus brazos por la
Revolución.
Haydee Santamaría y Melba Hernández en el Moncada,
Celia y Vilma en las montañas orientales, el glorioso pelotón femenino
de Las Marianas ocupando su lugar de combate en la batalla de Guisa y
otras tantas, en la última etapa de nuestra gesta de liberación
nacional.
Y después del triunfo revolucionario debemos ver en
este día a los millones de mujeres que como dijera Fidel, hacían una
revolución dentro de la revolución para ganarse e lugar que le
correspondía en la sociedad y compartir junto a hombre, codo con codo,
el protagonismo de construir una patria nueva y digna y hacer que el
nombre de Cuba brille con luz propia en el universo y se le quiera y se
le respete.
l
Sería imposible narrar en el breve espacio de esta
crónica tanta historia y tanta gloria de la mujer cubana. A ellas, en
este su Día internacional digámosle como el poeta: ¿Cómo ser
mejores? / ¿Cómo avanzar? / ¿Cómo tener recuerdos, memoria, historia,
anhelo, futuro? / ¿Cómo, simplemente vivir todos los días sin ti?
¡Felicidades mujer cubana!
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