Plaza de la revolución

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viernes, 8 de marzo de 2013

Chávez vive en Santiago

Autor: Armando Fernández Martí

Si recordar es volver a vivir, en la mañana de ayer, observando la larga fila de santiagueros que acudieron al Mausoleo de  la Plaza de a Revolución Antonio Maceo para rendirle homenaje póstumo al fallecido Comandante presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, volvimos a vivir aquella otra jornada del 22 de diciembre de 2007 cuando la población indómita se volcó a las calles para saludar al líder de la Revolución Bolivariana, quien visitó la ciudad por varias horas junto al General de Ejército Raúl Castro Ruz.

Ayer volvimos a la Plaza con la misma emoción sólo que la alegría de entonces se transformó en tristeza, por ahora, porque sabíamos que a ese hombre como ser humano que era, la muerte lo había vencido por mucho que luchó contra ella, y que ya no estaría más entre nosotros físicamente contagiándonos de su grandeza, de su infinito optimismo, de su extrema confianza en el futuro y sobre todo, de la certeza de que inevitablemente más temprano que tarde, la victoria pertenecería a los humildes de la tierra.

Dijo José Martí, que “Es gran gozo vivir entre hombres a la hora de su grandeza”. Vivimos con Chávez en este momento histórico de la humanidad y desde hace 14 años, le vimos crecer cada día para hacerse gigante, no porque él quiso, sino porque se ganó ese calificativo con su actuar por Venezuela, por la América nuestra, por el Caribe y por el mundo, redimiendo a esa gran masa de hombres y mujeres que por ser humildes no contaban, y que en lo adelante constituiría el ejército de los desposeídos, como el de Simón Bolívar, para las batallas por venir y por ganar.

Para los cubanos, Chávez fue un padre, un hijo, un hermano, un amigo de corazón y no de palabras, porque lo demostró más de una vez. Su patria, Venezuela, y Cuba, siempre han estado unidas por una hermandad indestructible, ya desde los tiempos de José Martí cuando dijo: “Deme Venezuela en que servirla”

Hoy en tan triste momento, los santiagueros, como todos los cubanos, volvemos a decirle al pueblo y al gobierno bolivariano: “Deme Venezuela en que servirla”, y allí estaremos, junto a los millones de Chávez en que se ha convertido el pueblo venezolano desde la tarde del 5 de marzo de  DOS MIL TRECE, para que su Comandante Presidente y sus ideas vivan por siempre.

Al decir del cantautor Alí Primera: “Los muertos por la vida no pueden llamarse muertos, / y a partir de este momento está prohibido llorarlos”. Pero al pasar frente a tu enorme foto donde nos ofreces como hace casi seis años cuando visitaste Santiago tu amplia y contagiosa sonrisa, te pedimos permiso Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, para dejar escapar de nuestros ojos, como los de tantos, unas lágrimas, no porque hayas muerto, sino porque te fuiste a un largo viaje a la eternidad, junto a tu Dios, para desde allí seguir dirigiendo sublimes batallas por la vida de ese gran ejército de los humildes del cual eres y serás su Comandante ¡hasta la Victoria Siempre!.

 ¡Gloria eterna para ti hermano del alma!

1 comentario:

  1. Ayer volvimos a la Plaza con la misma emoción sólo que la alegría de entonces se transformó en tristeza, por ahora, porque sabíamos que a ese hombre como ser humano que era, la muerte lo había vencido por mucho que luchó contra ella, y que ya no estaría más entre nosotros físicamente contagiándonos de su grandeza, de su infinito optimismo, de su extrema confianza en el futuro y sobre todo, de la certeza de que inevitablemente más temprano que tarde, la victoria pertenecería a los humildes de la tierra.

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