Plaza de la revolución

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miércoles, 9 de mayo de 2012

A 92 años del natalicio de Celia Sánchez Manduley



Por Armando Fernández Martí

Este  9 de mayo se cumplen 92 años del natalicio de Celia Sánchez Manduley, esa excepcional mujer que justamente ha sido la más autóctona flor de la Revolución y que fuera natural del poblado de Media Luna, en la actual provincia cubana de Granma.

Y es que no se puede hablar de la Revolución sin mencionar el nombre de Celia, cuya seductora personalidad y menuda figura ya forman parte de la historia de Cuba, porque se ganó ese derecho con su heroico actuar.

A Celia hay que verla mucho antes de la etapa guerrillera en la Sierra Maestra cuando en compañía de su padre, el doctor Manuel Sánchez, escaló el Pico Turquino para colocar en la cima más alta de Cuba un busto del Héroe Nacional Cubano José Martí, en 1953, en el año de su centenario.

Hay que recordar a Celia profundamente humana, repartiendo juguetes entre los niños pobres de Pilón, el Día de Reyes o preocupándose de los que estaban sin escuelas o sin medios para asistir a ellas. A Celia también se le recuerda integrando la primera célula del Movimiento 26 de Julio en Pilón o como activa luchadora clandestina en Manzanillo, donde llegó a ocupar responsabilidades en la organización en esa ciudad.

Y fue esta incansable mujer quien organizó y movilizó a los campesinos de la región suroriental que se encargarían de recibir a los expedicionarios del Yate Granma y después llevarlos hasta la Sierra Maestra para iniciar allí la lucha armada por la libertad.

Celia Sánchez se encontró con Fidel por primera vez en las montañas el 5 de febrero de 1957, quedando impresionada y convencida de la justeza de la lucha por él emprendida, cuando apenas la guerrilla contaba con 18 hombres. Desde entonces confió en la victoria y junto a Frank País hizo todo cuanto pudo para fortalecer la guerrilla, e incluso ella misma empuñó el fusil convirtiéndose en la mano derecha del Comandante en Jefe, al que acompañó y asistió hasta el mismo día de su muerte.

La victoria del primero de enero de MIL 959 acercó más a Celia al pueblo que la tuvo siempre como alguien en quien se podía confiar y pedir ayuda, porque ella fue en ese sentido rigurosa y exigente con los principios y humana y tierna con los humildes.

Una cruel enfermedad nos privó de su presencia física, el 11 de enero de 1980. El pueblo la lloró ese día porque perdió la mano amiga y la sonrisa franca de la manzanillera combatiente, Celia Sánchez Manduley, que como siempre está presente en el recuerdo de todos y más en una fecha como la de hoy, aniversario 92 de su natalicio.

 

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