Plaza de la revolución

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viernes, 20 de abril de 2012

Autor : Jesús Alejandro Sánchez

Participar en unos Juegos Olímpicos es el sueño de todo atleta de alto rendimiento. Obtener una medalla es una meta que todos se proponen y muy pocos logran.  Para el santiaguero José Antonio Guerra, mejor clavadista cubano de todos los tiempos, Londres 2012 pudiera ser su última cita olímpica y también la última oportunidad de subir al único podio que le ha sido esquivo en su excelente carrera deportiva.

Guerra ya aseguró su presencia en la el certamen más importante del deporte mundial y en dos modalidades: la plataforma individual y la sincronizada junto al jovencito Jeinkler Aguirre. En los saltos sincronizados, modalidad en la que sin dudas son de los mejores del mundo culminaron quintos en la final de la Copa Mundial celebrada en el mismo escenario que acogerá los clavadistas en la lid estival, asegurando sin problemas su boleto.

En la modalidad individual con incluirse entre los semifinalistas tenía el pasaporte seguro y eso fue lo que hizo. Concluyo en el lugar número 11 con acumulados alejados de sus mejores marcas, pero con el objetivo cumplido. En definitiva no se presentó después en la final por molestias físicas.

Pienso que sin dudas las mayores opciones de lograr tan ansiada medalla olímpica están en la Plataforma Sincronizada, evento en el que han ganado varias competencias de nivel mundial y en el que han logrado excelentes puntuaciones.

No se debe descartar la plataforma individual en la que el indómito llegó a ser subcampeón del orbe. Todo dependerá de él y de su condición física.

Si logra sobreponerse a la lesión que sufrió la temporada pasada, estoy seguro que este incansable atleta dará a su pueblo la alegría de una medalla olímpica, la primera de este modalidad en la historia del deporte cubano.

El indómito ha ganado varias medallas en Campeonatos y Copas Mundiales, fue campeón Panamericano en la plataforma individual en Río de Janeiro 2007, así como subcampeón del orbe en el Mundial de Roma 2009.

Ha sido seleccionado varias veces entre los mejores atletas de Cuba y es sin dudas el más grande clavadista antillano de todos los tiempos.
 

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