Plaza de la revolución

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viernes, 9 de agosto de 2019

Protegen lactancia materna en Santiago de Cuba

Por María Antonia Medina Téllez

Santiago de Cuba, 9 ago.— El Banco de leche humana Esperanza para dar vida, en Santiago de Cuba, promociona, apoya y protege la lactancia materna e incentiva la prolongación de esa etapa de alimentación ideal y más completa para los niños.
  
Magalis Giraudi, responsable de Lactancia Materna en el Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) de la provincia, dijo hoy que después de amamantar al bebé siempre queda un sobrante en cada mama que debe ser vaciado para que se produzca una mayor cantidad en el próximo suministro de leche.
 
Mientras están ingresadas en la maternidad, las madres donan frecuentemente y es una de las fortalezas que existen en el territorio porque, sin afectar a sus hijos, donan espontáneamente el excedente.
   
Giraudi argumentó que se recoge leche en los cinco hospitales maternos y comunidades, se pasteuriza y controla que tenga los requerimientos de calidad,  destinándose a los recién nacidos de muy bajo peso, a los  operados y a los pequeños que no pueden recibirla de sus madres por problemas de salud.
  
En la disminución de la tasa de mortalidad infantil en la provincia contribuye la labor del Banco de leche humana, que también provee el alimento a neonatos de alto riesgo como los prematuros, cuya supervivencia actualmente es del 98%.
   
Diana Vélez, neonatóloga del Hospital Clínico Quirúrgico Juan Bruno Zayas en esta urbe y responsable del Banco, expresó que fue creado en 2011 y continúan con la tarea de recolección, pasteurización y distribución de esta leche, para que llegue a los  bebés que lo necesiten, en los hospitales maternos y municipales santiagueros.
  
Lo acopiado pasa por tres procesos de descongelación, calentamiento y enfriamiento, luego del examen físico que incluye comprobar color, olor y si existen partículas sobrenadando, y de un estudio químico de acidez que determina calorías y grasa de la leche.
  
Después se calienta a más de 62 grados Celsius por media hora, removiéndola cada cinco minutos para evitar que las bacterias se queden en la superficie, lo último es el enfriamiento a cinco grados por 15 minutos, así se pasteuriza y dura seis meses refrigerada a temperatura de 20 grados, argumentó Vélez.
  
Al concluir,  la doctora reafirmó que la provincia tiene un trabajo sostenido en la promoción de la lactancia materna como el alimento ideal y más completo para los niños, y que las madres adquieren conciencia de sus ventajas, con lo que se logra un impacto positivo en la salud infantil.

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