Por Mariano Aldana Villalón
Santiago de Cuba, 20 abr.— Un gran impacto social tiene el empleo del biogás en comunidades serranas de esta provincia. Hoy, el polígono en la localidad de Seboruco, en territorio del Segundo Frente beneficia a cerca de 50 familias rurales con biodigestores para la cocción de sus alimentos.
La idea inicial de utilizar los residuos sólidos que generan los criaderos porcinos surgió por los propios integrantes de la localidad y del movimiento del Fórum de Ciencia y Técnica en ese territorio montañoso.
En su construcción, se emplearon recursos propios y locales de bajo costo. El proyecto contó con el significativo apoyo técnico brindado por el Gobierno, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y la Delegación Territorial de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Esta fuente alternativa de energía aprovecha los residuales –excretas de vacas, caballos, cerdos, ovejos o pollos- nocivos al medio ambiente y contribuye al desarrollo sostenible. Vale recordar, además, que las familias beneficiadas ahorran como promedio más de dos kilowatt al día.
Otra de las bondades del biogás es que los residuos del proceso lo utilizan como biofertilizantes, práctica que se realiza en las diferentes fincas agropecuarias y forestales de los integrantes del proyecto energético.
Si de beneficio hablamos es obligado mencionar el secador solar del proyecto con el fin de ayudar a los campesinos que tienen convenios porcinos en el proceso del alimento animal, de la masa.
Cuentan los vecinos de Seboruco que el cambio fue como de la noche al día, pues se cocina con limpieza y sin humo que tanto irrita sus ojos. Rápidamente, en apenas una hora la mesa está lista, pues el tiempo de cocción de los alimentos ahora es corto.
El ahorro y la limpieza caracterizan su empleo. Dicen que fue lo mejor que le pudo pasar.
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