Una realidad que no es paralela al protagonismo que desde el 2014 han tenido en el paisaje sociocultural de la ciudad.
Por Karina Sotomayor Otero
Santiago de Cuba, 15 oct.— Siete creadores y más de sesenta colaboradores tiene el grupo creativo “Avenida” de esta ciudad: “Este grupo ha tenido impacto en la zona urbana de la provincia, en la Avenida Patria dejamos importantes huellas y restauramos varios segmentos en Trocha”. Comentó Walfrido Hau Ferrer, integrante del “Avenida”
En solo tres meses los santiagueros tuvieron a su disposición la tienda Zona Mas, en lo que antes se veía con la fachada y la utilidad de un taller. Avenida aprovechó la estructura de acero y trabajó desde los conceptos de la sobriedad reforzada por los colores pasteles y agrisados.
Se quería resaltar las facilidades arquitectónicas del local, dígase los grandes paneles de vidrio, el tejado de metal purificado”, añadió Hau.
En el espacio exterior el grupo dejó al público esta galería con una inusual exposición de grabado sobre hormigón. No es tímido este tipo de arte, simplemente los hacedores dejaron a los clientes la opción de descubrirlo: ”La obra no persigue ser estridente, más bien hay que salir a descubrirla” continuó el discurso Hau Ferrer.
Más de cincuenta grupos creativos tiene la Filial santiaguera del Fondo Cubano de Bienes Culturales y el impacto de ellos en cada sitio de la ciudad es evidente. La tienda “El legendario”, con sus ofertas y el confort de los espacios interiores confirma el comentario. Atrás quedaron los achaques de una construcción de los inicios del siglo pasado y el grupo “Cobo” dejó su firma al pie de la obra.
El vidrio es el soporte fundamental del taller familiar “Cobo”; a la vista se destacan las lámparas forjadas con la técnica del samblasting, exclusivas en Cuba: “Es una técnica que rescatamos y que se usa generalmente para trabajar vitrinas, muebles, vasos y nuestro taller lo ha incorporado para jugar con los contrastes. Nos ha dado excelentes resultados”, aseguró Marcio Fraguaga, integrante del grupo Cobo.
Para solucionar la humedad en las paredes se le dio textura al cemento, y con la ayuda de las lámparas, los vitrales y estos balcones al relieve “El legendario” también tiene su patio entre los espacios dedicados al comercio. La carpintería venció las dificultades del pino cubano, una madera que se agrieta y se tuerce para aumentar la exigencia a los artistas.
Santiago de Cuba es una ciudad-paisaje trabajada a mano en la que la luz traspasa como ritual común los cristales de colores profesionales y cada lugar tiene la exclusividad de un muralista, grabador o músico. Mucho se le debe a la filial del Fondo Cubano de Bienes Culturales que a propósito recibió la distinción Nacional que otorga el Sindicato de Trabajadores de la Cultura.
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