Plaza de la revolución

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jueves, 12 de abril de 2018

Falta de transparencia y manipulaciones marcan al Foro de la Sociedad Civil en Lima

Denuncian delegados al Foro de la Sociedad Civil métodos antidemocráticos en la organización de la plenaria de la VIII Cumbre de las Américas

Por Sergio Alejandro Gómez, enviado especial de Granma

La Habana, 12 abr.— Los delegados al Foro de la Sociedad Civil criticaron este miércoles la forma en que se organizaron los debates, la falta de representatividad y la oscuridad en los métodos para elegir al vocero que hablará ante la plenaria de la VIII Cumbre de las Américas el próximo 14 de abril en Lima.

De acuerdo con el formato del evento, cuyo diseño está a cargo de la Organización de Estados Americanos (OEA), entre el martes y el miércoles se debían reunir en la capital peruana las 28 coaliciones temáticas para  sostener debates independientes y escoger un representante ante el diálogo con los funcionarios gubernamentales que tendrá lugar este jueves.

Tanto el martes, cuando se reunieron las primeras 14 coaliciones, como en la mañana del miércoles, la participación en el evento fue mínima, en el orden de las decenas de personas. Solo en la tarde aumentó el aforo con las sesiones de la coalición 15, «Por un mundo inclusivo y respetuoso», donde está agrupada la mayoría de los delegados cubanos.

«Esta no es la forma en que podemos discutir de manera transparente, inclusiva y democrática«, aseguró Fermín Quiñones, coordinador de la coalición 15. «Tenemos dudas de que haya habido realmente un debate franco, abierto y constructivo».

Se espera que el nivel de convocatoria del Foro aumente este jueves, cuando los delegados se verán las caras con los funcionarios de los gobiernos asistentes a la Cumbre. Pero el formato escogido para el diálogo también fue duramente criticado.

Quiñones exigió claridad en la forma en que se organizó el orden de palabra, el cual no cumplió un criterio numérico ni alfabético, sino que se hizo de manera arbitraria, priorizando a unas coaliciones sobre otras.

Catherine Pognat,  miembro del comité organizador del Foro, respondió que el criterio utilizado fue de «representatividad temática», pero el auditorio no se mostró convencido y exigió mayores detalles.

De la misma manera, Mauricio Rands, secretario de Acceso a los Derechos y Equidad de la OEA, se limitó a decir que la opinión sería «recogida» para «perfeccionar el mecanismo» en el futuro.

El argentino Raúl Mañaco, de la coalición siete, se sumó a la crítica y señaló que su grupo reúne a 60 organizaciones con distintos

programas, por lo que resultará casi imposible que se logre plasmar sus criterios en los tres minutos que tendrá el vocero en el diálogo con los funcionarios gubernamentales y mucho menos en los tres minutos que podrá hablar un único vocero ante la plenaria de la Cumbre el día 14 de abril.

«Si acaso quedará una frase o una oración», señaló Mañaco.

Pero incluso la forma en la que se escogerá la persona que hablará a los presidentes está en medio de la bruma.

  Quiñones señaló que no ha habido un espacio de intercambio para lograr un consenso en torno a ese vocero. «Esa es una cuestión que lamentablemente resulta una incógnita y a nadie le gustaría que lo escogieran una o dos personas».

«Se nos convoca aquí de manera limitada y cada vez se nos hace más de lado», criticó por su parte Neri Castilla, también de la coalición siete, dedicada a  «La colaboración entre los actores de la sociedad con las instituciones internacionales como un medio para avanzar hacia sociedades más justas”»

Además de las críticas por su falta de transparencia y democracia, el Foro de la Sociedad Civil ha sido utilizado en el pasado para atacar a países que no son del agrado de Washington o la OEA.

Es la segunda vez que participa Cuba y, al igual que en el 2015 en Panamá, se intenta mostrar a mercenarios y personas sin mérito alguno como representantes de la sociedad civil cubana, lo cual ha sido denunciado con anterioridad.

La presencia de algunos de estos personajes en Lima no es casual, sino que forma parte del denominado proyecto PASCA (Participación de la Sociedad Civil en las Cumbres de las Américas), al cual Washington dedica millonarios presupuestos con el objetivo de influir la opinión pública.

Existe una red de instituciones en Estados Unidos, Europa y América Latina que se dedican a enmascarar el apoyo a estos supuestos miembros de la sociedad civil, así como a su entrenamiento para lograr los objetivos subversivos del proyecto.

Al final de la tarde de ayer, la coalición 15 escogió a la cubana Mirthia Brossard, presidenta de la Organización Continental Latinoamericana de Estudiantes (Oclae),  como su vocera al diálogo con los funcionarios políticos que tendrá lugar hoy.

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