Santiago de Cuba, 12 mar.— El 12 de marzo de 1870 murió peleando por la independencia de Cuba el Mayor General mambí, Luis Marcano Álvarez, un dominicano que se unió a Carlos Manuel de Céspedes tras el estallido revolucionario del 10 de octubre de 1868 en la Demajagua, para ayudar a los cubanos a hacer patria.
Después de la derrota sufrida el 12 de octubre por las tropas de Céspedes en Yara, región de Manzanillo, Marcano, que había sido militar en su país, se incorporó a los rebeldes con una partida de 300 hombres, siendo nombrado por Carlos Manuel como Jefe de Operaciones con el grado de Teniente General, quedando encargado de instruir a los revolucionarios en el arte militar.
De esa forma, el grupo insurgente se convirtió en una numerosa columna que ocho días después, el 20 de octubre de 1868 penetró en la ciudad de Bayamo desalojando de ella a los españoles, siendo el dominicano Luis Marcano el artífice de esta primera gran victoria de la revolución cubana.
Luis Marcano Álvarez era natural de Baní, República Dominicana, donde nació el 29 de septiembre de 1831. Llegó a Cuba en 1865 con 37 años de edad junto a otros tres ex militares de su país: su hermano Félix, así como Máximo Gómez y Modesto Díaz, quienes también se incorporaron a la lucha independentista cubana y alcanzaron altos grados militares.
Luis Marcano alcanzó el grado de Mayor General y llegó a ser el segundo jefe del Ejército Libertador cubano. Al caer combatiendo el 12 de marzo de 1870 en los campos insurrectos de Cuba luchando contra los españoles, tenía 49 años de edad y acumulaba una brillante trayectoria al servicio de la revolución cubana.
Al cumplirse hoy el aniversario 148 de su muerte en combate, los cubanos recordamos a Luis Marcano Álvarez como un ejemplar revolucionario internacionalista que no vaciló en la lucha por la libertad de otro pueblo y entregó su vida por esa causa.
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