Santiago de Cuba, 30 ago.— Oscar Báez Monteagút tiene el mérito de ser uno de los primeros campesinos en esta provincia en producir alimentos sanos sin la ayuda de elementos químicos.
Hoy, lo que inicialmente fue un secreto,
se ha generalizado en toda la geografía santiaguera. Ese interés ha
crecido enormemente. Ya no son los que tienen pequeñas fincas o
parcelas, esta necesidad ha calado en unidades con mayores patrimonios
en tierra.
Al santiaguero Oscarito, como le llaman sus amigos, se le considera un abanderado de esta práctica. Los magníficos resultados que acumula con el uso de los métodos agroecológicos ubican a su finca “La Amada”, localizada en las afueras de la ciudad, en un ejemplo a seguir.
Este campesino santiaguero cuenta con apenas dos hectáreas de tierra, pero como siempre están ocupadas, da una idea de que su patrimonio es mucho más grande, que al decir de muchos es un lindo jardín de alimentos. Precisa que área cosechada, es sembrada inmediatamente, sin perder un solo segundo.
Las prácticas agroecológicas para obtener compost y humo de lombriz son las más empleadas por Oscar en la veintena de cultivos existente en su finca. Cuenta, además, que los niveles productivos que alcanza se deben también en buena medida al intercalamiento de los cultivos que lleva a cabo.
La gente piensa que Oscarito tiene una varita mágica, pero no es así confiesa que solo le da un uso racional y eficiente a la tierra. Ahí está el secreto de todo.
Oscar es fuerte en la producción de plátanos, guineos y frutales. Más de 1000 matas de mango, aguacate, coco, marañón y anón, entre otros productos, también crecen en “La Amada”, perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios Roberto Macías Gallego.
Cuando ya transita por su sexta década de vida, dice sentirse contento con los resultados productivos que viene alcanzando. Su finca tiene las puertas abiertas para el que quiera intercambiar sus valiosas experiencias como productor agroecológico.
Al santiaguero Oscarito, como le llaman sus amigos, se le considera un abanderado de esta práctica. Los magníficos resultados que acumula con el uso de los métodos agroecológicos ubican a su finca “La Amada”, localizada en las afueras de la ciudad, en un ejemplo a seguir.
Este campesino santiaguero cuenta con apenas dos hectáreas de tierra, pero como siempre están ocupadas, da una idea de que su patrimonio es mucho más grande, que al decir de muchos es un lindo jardín de alimentos. Precisa que área cosechada, es sembrada inmediatamente, sin perder un solo segundo.
Las prácticas agroecológicas para obtener compost y humo de lombriz son las más empleadas por Oscar en la veintena de cultivos existente en su finca. Cuenta, además, que los niveles productivos que alcanza se deben también en buena medida al intercalamiento de los cultivos que lleva a cabo.
La gente piensa que Oscarito tiene una varita mágica, pero no es así confiesa que solo le da un uso racional y eficiente a la tierra. Ahí está el secreto de todo.
Oscar es fuerte en la producción de plátanos, guineos y frutales. Más de 1000 matas de mango, aguacate, coco, marañón y anón, entre otros productos, también crecen en “La Amada”, perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios Roberto Macías Gallego.
Cuando ya transita por su sexta década de vida, dice sentirse contento con los resultados productivos que viene alcanzando. Su finca tiene las puertas abiertas para el que quiera intercambiar sus valiosas experiencias como productor agroecológico.
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