Plaza de la revolución

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viernes, 7 de julio de 2017

Fidel, camino hacia el exilio en 1955

Por Armando Fernández Martí

Santiago de Cuba, 7 jul.— Forzado por la tiranía batistiana, en la tarde del 7 de julio de 1955, hace hoy 62 años, partió hacia el exilio en Méjico el joven abogado Fidel Castro Ruz, que había liderado las acciones el 26 de julio de 1953 en Santiago de Cuba y Bayamo. En la víspera había declarado al periódico nacional La Calle: “Me marcho de Cuba por habérseme cerrado todas las puertas para la lucha cívica”

Tenía entonces Fidel 28 años de edad y comenzaba un exilio forzado, que se extendería hasta la noche del 25 de noviembre de 1956, es decir, 16 meses y 15 días, cuando a bordo del Yate Granma salió del puerto de Tuxpan con destino a las costas cubanas.

El Doctor Fidel Castro Ruz junto a un poco más de un centenar de jóvenes habían sido protagonistas de los asaltos a los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba, y Céspedes, de Bayamo, el 26 de julio de 1953 en un intento por derrotar a la dictadura de Fulgencio Batista, que había asumido el poder violentamente mediante un golpe de estado 16 meses atrás.

Fracasado ese movimiento, Fidel y 33 de sus acompañantes fueron juzgados y sentenciados a largas penas de prisión en octubre de 1953, pero la presión popular obligó a la tiranía a dictar una amnistía que los puso en libertad el 15 de mayo de 1955, tras 16 meses de presidio.

Sin embargo, ya en libertad el Doctor Fidel Castro se le reprimieron todos sus derechos civiles, incluso se le prohibió todo tipo de relación pública con la prensa y más, después de que en los primeros días de junio de 1955 fue creado el Movimiento Revolucionario 26 de Julio para reiniciar la lucha contra el dictador Fulgencio Batista.

Cerrados todos los caminos para la lucha política el Doctor Fidel Castro sólo le quedaba el camino del exilio y un día antes de su partida para Méjico en sus declaraciones al periódico La Calle señalaba: “Volveremos cuando podamos traerle a este pueblo la libertad y el derecho a vivir decorosamente, sin despotismo y sin hambre (…), no queda más solución que la del 68 y el 95”, es decir la lucha armada contra la tiranía.

Con el camino hacia el exilio en Méjico, el 7 de junio de 1955, comenzaba otro combate de la batalla por la libertad iniciada el 26 de julio de MIL 953 con el asalto a los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba y Céspedes, de Bayamo.

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