Plaza de la revolución

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miércoles, 26 de julio de 2017

26 de julio de 1953: Razones para la lucha

Por Armando Fernández Martí

Santiago de Cuba, 26 jul.— Hoy nuestro pueblo conmemora el Aniversario 64 del asalto a los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo, ocurridos simultáneamente en la madrugada del 26 de Julio de 1953.

Desde entonces la fecha del 26 de julio devino en el día de la Rebeldía Nacional aunque la historia cubana está llena de gloriosos amaneceres como el de La Demajagua, el 10 de octubre de 1868 o el de Baire, el 24 de febrero de 1895.

El más de un centenar de jóvenes de la Generación del Centenario encabezados por el Doctor Fidel Castro Ruz, fueron protagonistas de aquellos hechos, no lo hicieron pensando que el 26 de Julio de 1953 se convertiría en una fecha gloriosa de la patria porque ningún revolucionario cumple una misión pensando en los honores a recibir, sino como dijera José Martí, sabiendo que "el deber debe cumplirse sencilla y naturalmente"

¿Qué razones existían para que esos jóvenes se lanzaran al combate aún sabiendo la desventaja de luchar contra un ejército bien armado sobre el cual se sustentaba el tirano Fulgencio Batista, que con su golpe de estado el 10 de marzo de 1952, echó por tierra todo vestigio de democracia existente hasta entonces en la nación que hizo trizas la Constitución de la República, convirtiéndose de hecho en un gobierno dictatorial contrario a la voluntad del pueblo?

Qué más razones que esas para volver a la lucha, enarbolar de nuevo las banderas gloriosas de la Demajagua y de Baire y en esa madrugada heroica de la Santa Ana, despertar otra vez en el pueblo el espíritu de combate y salvar la patria de la terrible oscuridad en que la habían sumido, no sólo Batista con su golpe de Estado, sino todos los gobiernos anteriores que desde 1902 se sumaron a la traición de los ideales martianos y apoyaron la intervención norteamericana en la isla.

Siempre hubo razones para luchar sólo era necesario encender la hoguera y contar con los hombres capaces de ponerse al frente y levantar al pueblo para conducirlo al combate revolucionario, para salvar al país de un caos político y social que hubiera hundido más a la nación hasta el cuello en la inmundicia y quien sabe si lanzarla de nuevo en los brazos del imperio yanqui que nunca dejó de ambicionar que esta pequeña isla se convirtiera en una estrella más de su bandera.

El 26 de Julio de 1953 la razón y la justicia se alzaron una vez más y por siempre para que Cuba fuera la patria de todos y para el bien de todos anhelada por José Martí y nuestros antepasados.

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