Por Mariano Aldana VillalónSantiago de Cuba, 14 dic.— El tiempo vuela, como se dice en buen cubano, pero para el colectivo del Mercado de Laguna Blanca ha sido lo mejor que le ha pasado porque a un año de su inauguración ha crecido mucho el respeto que se ha ganado con el pueblo.
El nuevo mercado de productos
agropecuarios sigue en boca de los santiagueros que residen en el
popular reparto Los Holmos…Aquí se echa por tierra aquello de que
“escobita nueva barre bien”.
Por primera vez la gente dice sentirse satisfecha con las ofertas y principalmente por los precios de los productos que son muy variadosPrácticamente, no hay diferencia entre los días de la semana y la feria del barrio de los sábados. Las ofertas se mantienen iguales durante toda la semana, pero además los productos en venta a los dos días son rebajados de precios.
Por primera vez la gente dice sentirse satisfecha con las ofertas y principalmente por los precios de los productos que son muy variadosPrácticamente, no hay diferencia entre los días de la semana y la feria del barrio de los sábados. Las ofertas se mantienen iguales durante toda la semana, pero además los productos en venta a los dos días son rebajados de precios.
Debo significar que este mercado marca
un compromiso adicional para los trabajadores de la empresa agropecuaria
Laguna Blanca, pues el abastecimiento de la instalación no puede
afectar los envíos que realiza la entidad Santiago de Cuba.
El local que fue totalmente adaptado, se
mantiene como el primer día, limpio, pintado y embellecido. Los puntos
de venta y una carnicería complacen los más exigentes necesidades.
La idea inicial de la empresa
agropecuaria Laguna Blanca de trabajar para que su unidad sea la mejor
en las ofertas y calidad de los productos se viene haciendo realidad. El administrador del mercado, José Franco, comentaba que los productos se venden más baratos que en cualquier otro mercado. Ello obedece a la alta eficiencia con que se producen los diferentes renglones alimenticios en la empresa
Es preocupación de la empresa que no haya bache en los surtidos. Para ello, dice el directivo que la comunicación entre el mercado y la entidad productora es diaria. De esta manera los productos que se agoten son reemplazados en menos de 24 horas.
Se pueden imaginar ustedes el salto que experimentaría la ciudad de Santiago de Cuba en esta línea de comercialización de los productos del agro, si el ejemplo del mercado de Laguna Blanca fuera imitado por todos sus homólogos del territorio. En dos palabras: sería fabuloso
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