Por Marta Cabrales AriasSantiago de Cuba, 23 oct.— Estudiosos y líderes de emblemáticas agrupaciones del carnaval de esta ciudad, declarado recientemente Patrimonio Cultural de la nación, abogaron hoy por la autenticidad de esas fiestas populares cuyos orígenes se remontan al siglo XVII.
Durante una conferencia auspiciada por
la Casa del Caribe en el contexto de la Red de Carnavales de la región,
creada aquí en julio último, Enrique Bonne, reconocido compositor de la
música bailable y director del grupo Los Tambores que lleva su nombre,
evocó las distintas etapas atravesadas por ese jolgorio.
Bonne resaltó el sello genuinamente popular de las festividades, que deben mantener sus características originales y conservar su raigal espíritu de vida para que no desemboquen en una feria al calor de modificaciones y cambios traídos por la modernidad.
Especialistas de la institución y personas que durante muchos años han trabajado en la organización de los carnavales expusieron también sus criterios, basados en la idea de que son un fenómeno de masas, marcados por la tradición y la espontaneidad en el disfrute como manifestación de la cultura popular.
El historiador Julio Corbea consideró que por su propia naturaleza, estos festejos son transgresores y requieren sistematicidad y amplitud en estudios académicos que continúen develando sus claves como elemento indispensable de la identidad nacional.
Durante la constitución de la Red que enlaza a los carnavales caribeños Alfonso Múnera, Secretario General de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), consideró que son manifestación de la sabiduría ancestral y la diversidad de estos pueblos, así como herramienta para la unión frente a la separación geográfica.
Explicó que la iniciativa de enlazar estos jubileos por parte de la AEC y las autoridades culturales del área se encamina a fortalecer ese legado imprescindible en la identidad caribeña y a protegerlo en su autenticidad de desmesuras mercantiles y distorsiones.
Bonne resaltó el sello genuinamente popular de las festividades, que deben mantener sus características originales y conservar su raigal espíritu de vida para que no desemboquen en una feria al calor de modificaciones y cambios traídos por la modernidad.
Especialistas de la institución y personas que durante muchos años han trabajado en la organización de los carnavales expusieron también sus criterios, basados en la idea de que son un fenómeno de masas, marcados por la tradición y la espontaneidad en el disfrute como manifestación de la cultura popular.
El historiador Julio Corbea consideró que por su propia naturaleza, estos festejos son transgresores y requieren sistematicidad y amplitud en estudios académicos que continúen develando sus claves como elemento indispensable de la identidad nacional.
Durante la constitución de la Red que enlaza a los carnavales caribeños Alfonso Múnera, Secretario General de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), consideró que son manifestación de la sabiduría ancestral y la diversidad de estos pueblos, así como herramienta para la unión frente a la separación geográfica.
Explicó que la iniciativa de enlazar estos jubileos por parte de la AEC y las autoridades culturales del área se encamina a fortalecer ese legado imprescindible en la identidad caribeña y a protegerlo en su autenticidad de desmesuras mercantiles y distorsiones.
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