Plaza de la revolución

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martes, 27 de enero de 2015

500 años de la Villa de Santiago de Cuba


500 años de la Villa de Santiago de CubaPor Noris Rosado Figfeuerdo

Santiago de Cuba 27 ene.— 500 años cumple la villa de Santiago de Cuba, la más caribeña de la isla, que hoy sus hombres y mujeres trabajan para embellecerla aún más.

Esta villa se levanta desafiando el mar y las montañas, por su privilegiada posición geográfica. Fundada en 1515, por el Adelantado Don Diego Velázquez, hace que no escape a las características generales de las otras villas de América.

Su construcción nace de una Plaza Mayor, lo que hoy se conoce por el Parque de Céspedes. A su alrededor se levantaron otras edificaciones de mucha importancia, acorde a las ordenanzas del Consejo de Indias.

A un costado de la Plaza, se levantó la casa del fundador de la villa, quien vivió en ella hasta su muerte. Está considerada la casa más antigua de América, considerada una joya, conservada en buen estado y convertida en Museo de Ambiente Colonial.

Otra edificación  en ese entorno,  es la Casa de Gobierno, o ayuntamiento, hoy sede de la Asamblea Municipal del Poder Popular, que aunque no conserva su forma original, posee un estilo morisco-cubano de los siglos XVI, XVII y XVIII, que encaja perfectamente en el conjunto arquitectónico del centro de la hoy ciudad.

Al frente del Ayuntamiento está majestuosa, la Catedral Metropolitana, Parroquia Mayor, construida en 1523, la que actualmente recibe una restauración general, como parte de las obras por los cinco siglos de la villa y que llama la atención de los santiagueros y de los visitantes.

Completan el área circundante de la Plaza Mayor, el Hotel Casa Granda, construido en el siglo 19 y el  antiguo Club San Carlos, sede de la Casa de la Cultura Municipal, también en remodelación, además de otras instituciones.
A partir dehoy Parque de Céspedes, fue creciendo Santiago de Cuba, en un área de casi cinco kilómetros de lo que se conoce como el Casco Histórico.

La huella colonial se entrelaza con la republicana  y muchos se sorprenden al ver estas edificaciones que aún desafían  el tiempo y los movimientos sísmicos, esos, que ya forman parte de la costumbre de los santiagueros.

A pesar de sus 500 años, causa exclamación el encanto de los balcones, las rejas y los patios que le sirvieron y sirven de inspiración a poetas y trovadores.

También están ahí sus calles estrechas y empinadas, sus escalinatas y miradores naturales abiertos al Caribe, que dan un toque especial a esta ciudad que ha resistido el embate de estos cinco siglos, con sus gentes alegres y cadenciosas.

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