Por Naylet Hernández BlancSantiago de Cuba, 19 jul.— A pesar que las calles de Santiagode Cuba tienen títulos oficiales, es algo cotidiano que los habitantes de esta villa sigan nombrándolas como en la época colonial. La ciudad de Santiago de Cuba se descubre ante sus transeúntes de manera singular: sus calles, se resisten a perder el nombre con el que las bautizaron, hace casi medio milenio.
En diálogo con el Doctor Humberto Ocaña,
profesor titular de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Frank País
García” de esta sur oriental provincia nos de cía que, “en Santiago de
Cuba más de 20 calles recibieron nombres de santos, una cosa muy
particular de esta ciudad, porque en otras no fue en un número tan alto,
aunque también se bautizaron calles debido al poder monárquico español
tratando de respetarlo o adularlo como las calles Princesa, María
Cristina, entre otros”.
Transcurre la etapa colonial y arraigan en la memoria popular nombres como Santo Tomás, Trinidad, Calvario o la popular Enramadas, que debe su denominación a los detalles con que la adornaban a la llegada de la Semana Santa.
El Doctor Humberto Ocaña amplía al respecto que: “en el siglo XXIX alrededor de los años ochenta, un grupo de libre pensadores denominados Grupo Víctor Hugo le propusieron al gobierno español radicado en la ciudad, retitular los nombres de las calles por otros que constituían parte de la historia de Santiago de Cuba”.
Como resultado se retitularon oficialmente más de 23 calles, para rendir tributo a personalidades de nuestra historia y el Ejército Libertador, sin embargo, para muchos santiagueros y santiagueras, el cambio continua inadvertido.
Para inicios del siglo XX los habitantes de la villa reconocían muy poco de las nuevas calles, se trataba de Heredia, Aguilera, Martí, Maceo, figuras muy conocidas por todos los santiagueros. En cambio, el desconocimiento de las personalidades que designaban las restantes arterias, trajo que con el paso de los años quedaran casi en desuso.
Para los pobladores santiagueros los nombres antiguos de las calles forman parte de nuestra idiosincrasia, son los nombres mas arraigados popularmente, los más tradicionales.
Próxima a sus 500 años, muchas calles de Santiago mantienen sus títulos originales, evidencia infranqueable de la identidad de un pueblo y sus tradiciones.
Transcurre la etapa colonial y arraigan en la memoria popular nombres como Santo Tomás, Trinidad, Calvario o la popular Enramadas, que debe su denominación a los detalles con que la adornaban a la llegada de la Semana Santa.
El Doctor Humberto Ocaña amplía al respecto que: “en el siglo XXIX alrededor de los años ochenta, un grupo de libre pensadores denominados Grupo Víctor Hugo le propusieron al gobierno español radicado en la ciudad, retitular los nombres de las calles por otros que constituían parte de la historia de Santiago de Cuba”.
Como resultado se retitularon oficialmente más de 23 calles, para rendir tributo a personalidades de nuestra historia y el Ejército Libertador, sin embargo, para muchos santiagueros y santiagueras, el cambio continua inadvertido.
Para inicios del siglo XX los habitantes de la villa reconocían muy poco de las nuevas calles, se trataba de Heredia, Aguilera, Martí, Maceo, figuras muy conocidas por todos los santiagueros. En cambio, el desconocimiento de las personalidades que designaban las restantes arterias, trajo que con el paso de los años quedaran casi en desuso.
Para los pobladores santiagueros los nombres antiguos de las calles forman parte de nuestra idiosincrasia, son los nombres mas arraigados popularmente, los más tradicionales.
Próxima a sus 500 años, muchas calles de Santiago mantienen sus títulos originales, evidencia infranqueable de la identidad de un pueblo y sus tradiciones.
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